El presunto cabecilla de la trama de proxenetismo se sirvió de dos veinteañeros enganchados a la cocaína para captar en Huelva a menores, con la promesa de un trabajo muy bien remunerado en Madrid. Engañaron a 5 conocidas de los veraneos en la provincia andaluza. Las víctimas, según los investigadores, se encontraban en situación de "querer romper con todo", de dejar atrás, en una edad complicada, a sus padres o una relación sentimental.

La falsa promesa de un empleo de hasta 5.000 euros en la noche madrileña las persuadió. En Madrid, les quitaban documentación y teléfonos. Y de ahí, traslado al club ourensano. "Desde el momento en que los captores las recogen y realizan su traslados controlaban todos sus movimientos. Las niñas iban con unos supuestos amigos, así que hasta el último momento no pensaban que fuera a pasarles algo delictivo", según explicaba ayer el alférez responsable del Grupo de Trata de Seres Humanos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.