De 210 horas de media impartidas al año (320 si no investigan) a 34 por el mismo coste para la Universidad y las arcas públicas. La brusca pérdida de docencia del equipo de la extinta licenciatura de Física en el campus de Ourense ya se pronosticó en 2009, cuando la Facultad de Ciencias acordó la supresión del título y la implantación en exclusiva del grado de Ciencias Ambientais. Una delegación de profesores se reunió entonces en Santiago con el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, para intentar frenar el proceso, y además de comunicarle la "pérdida irreparable" que suponía para el campus la desaparición de los estudios de Física, le advertía de la carga docente "marginal" que implicaba este cierre.

Cinco años después, la licenciatura está extinguida y no se han restituido los estudios que finalmente el TSXG sentenció que se anularon ilegalmente. El intento de restablecer la oferta de titulaciones implantando Ingeniería Física fracasó en el último minuto, el pasado julio, y el pronóstico que los profesores hicieron en 2009 se ha cumplido. El equipo de cuatro catedráticos, 10 docentes titulares y uno contratado, además de los cuatro investigadores Ramón y Cajal, han tenido que repartirse las 658,75 únicas horas de docencia de grado programadas para este curso en Tecnoloxía dos Alimentos y Ambientais que imparte la Facultad de Ciencias. Tocan a una media de 34, por lo que el resto del tiempo lo dedicarán a la investigación.

Se produce así una "chapuza descomunal", a juicio de la plataforma Pro Campus que lucha por recuperar los estudios de Física y una situación "degradante" para los docentes afectados que ven tocada su "dignidad como profesores". El portavoz Claudio Cerdeiriña sostiene que "no es razonable para la Universidad ni para la sociedad que financia nuestros sueldos y espera de nosotros un servicio público más allá de la investigación".

También el departamento de Física Aplicada de la Universidad de Vigo ha elevado la voz para alertar del "perjuicio gravísimo" que se produce en el campus de Ourense privando de impartir "docencia de calidad" a un equipo de profesores con "elevados niveles de acreditación que además llevan años luchando por los estudios de Física". Así lo afirma José Luis Legido Soto, director del departamento de Física Aplicada que integra a 59 profesores e investigadores Ramón y Cajal con docencia en las ingenierías de Química y Biología de Vigo, y en Ciencias de Ourense. Los 19 que apenas tendrán docencia representan un tercio del equipo y su situación, además de suponer un "malgasto de fondos públicos y un perjuicio personal para ellos", añade Legido, implica también un "agravio" con el resto de académicos del departamento, algunos de los cuales "llegan a impartir 320 horas anuales, mientras algunos de los docentes de Ourense no llegarán a las 30".

El director también avisó de que esto ocurriría. "El departamento mostró su preocupación al Rectorado muchas veces pero la Universidad de Vigo no da ninguna solución. Dijimos que esto era un problema y que suponía un desperdicio de talento", afirma para, a renglón seguido, lamentar el fracaso de Ingeniería Física, una propuesta respaldada por la UVigo y validada por la Consellería de Educación que se cayó en la fase final de verificación por la ACSUG. "Ha sido una decepción", indica.

Por su parte, la UVigo precisa que todavía hay que calcular "las horas reales de trabajo", ya que el cómputo debe incluir la docencia en grado pero también en máster y las horas de investigación, "algo que tiene que valorar la vicerrectoría de Profesorado". En efecto, el cómputo de horas certificadas por el departamento de Física Aplicada y difundidas por Pro Campus solo se refieren a la docencia en grado. La Consellería de Educación sostiene que la caída de carga docente de los profesores de Física de Ourense es un "tema interno" y apela al respeto a la autonomía de la Universidad que "tiene potestad para establecer horarios y tomar sus decisiones".

La plataforma Pro Campus registró ayer un escrito dirigido al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el que refleja la pérdida de capacidad docente de estos profesores mientras el grado de Física que se imparte en exclusiva en Santiago con un cupo de 100 plazas dejó fuera "a más de 40 alumnos". Piden por todo esto el cese del conselleiro y una reunión con el presidente para pedir la implantación de Ingeniería Física en el curso 2015-2016.