En la red provincial de carreteras existen carencias en el mantenimiento que reconocen los propios responsables de revisar la infraestructura. La Unidad de Carreteras de Ourense ha solicitado al Ministerio de Fomento que incremente la planificación y las inversiones, especialmente en materia de conservación. Tal y como se expone en un informe al que ha tenido acceso este periódico, "desde el punto de vista del estado actual de la red de carreteras del Estado en Ourense, esta jefatura destaca el mal estado de los firmes y la escasa dotación presupuestaria en la provincia".

El deterioro del asfalto aumenta el riesgo de siniestros de tráfico; es un factor desencadenante, subrayan los expertos. El colectivo "Stop Accidentes" ha identificado varios puntos problemáticos en las principales vías de Ourense. En la autovía A-52, la arteria de comunicación y principal puerta de entrada a Galicia, el trazado es muy irregular en sentido Ourense a la altura de Albarellos. En la N-525, en el municipio de Taboadela, y a partir del kilómetro 574 de la N-120, en el acceso a Ourense, tanto la superficie como la señalización son deficientes, según el colectivo. "Hay un déficit de mantenimiento y es urgente que se realice una auditoría pormenorizada del estado de conservación de las carreteras", señala el agente Benito Bouzada, colaborador de Stop Accidentes. Varios

En 2014, Fomento dedicará cerca de siete de cada diez euros para mejorar las vías de su titularidad en la provincia. El Gobierno reserva un montante global de 7,476 millones de euros de inversiones a lo largo de este año, de los que 4,98 corresponden a partidas de conservación integral.

Los planes de la autovía A-56 de Ourense a Lugo -una vía demandada por alcaldes de los concellos del trazado y por el gobierno provincial de Baltar-, y de la A-76, entre la capital de As Burgas y Ponferrada -que se ha encontrado con la oposición vecinal por los posibles daños ambientales en la Ribeira Sacra-, recibirán 260.000 euros de un total necesario para ambas obras de 772 millones de euros.

Mientras, el enlace de Cambeo-San Martiño de la autovía A-56 tan solo tiene reservada una dotación de 10.000 euros y el segmento de Cambeo desde Ourense, 100.000 euros. La infraestructura en proyecto podría ser la mejor salida a la elevada siniestralidad del trazado por la N-525 entre Ourense y Cambeo, con varias víctimas mortales en los últimos años. El segmento más peligroso de esta vía se sitúa entre los kilómetros 241 y 246, en el término municipal de Coles. La Unidad de Carreteras ha intentado reducir el riesgo con una reducción del límite de velocidad de 80 a 70 kilómetros por hora, un cambio efectuado entre mayo y junio de este año.

El Estado es el responsable en la provincia de Ourense de un total de 522 kilómetros de asfalto. La mayoría, (346 kilómetros) corresponden a vías convencionales. La autovía A-52 y la A-75 (de Verín a la frontera portuguesa) suman 168 kilómetros.

Se investigan irregularidades

El mantenimiento de las vías de Ourense se gestiona con la provincia dividida en sectores. Las carreteras nacionales son conservadas por la constructora Copasa desde finales de 2013. Otras dos empresas se reparten el mantenimiento de la autovía A-52. Desde el límite de la provincia de Zamora hasta el Alto de As Estivadas, en Verín, los trabajos corresponden a la UTE Aldesa-Aceinsa, que también se hace cargo de la A-75 y la nacional N-525 desde Zamora hasta Ourense. Martinsa conserva el firme de la A-52 desde As Estivadas hasta el límite con Pontevedra.

En marzo de 2013, Fomento decidió destituir al exjefe de la Unidad de Carreteras de Ourense para investigar una presunta trama de amaños con un grupo de empresas para repartir adjudicaciones de obras de mantenimiento en la provincia. Según CC OO, el negocio irregular fue de 8 millones de euros desde 2009. La Fiscalía investiga el caso.