La provincia de Ourense tiene tradición maderera, como así lo reflejan los datos de la patronal gallega -la Confederación de Empresas de la Madera de Galicia (Confemadera)- y, de esa forma, cuatro concellos, los de Piñor, Pontedeva, Quintela de Leirado y Sarreaus generan más del 50% del empleo industrial, aunque la mayoría son pequeñas y medianas empresas, con 5 o 6 trabajadores, y van ya por la segunda o tercera generación.

Para el presidente de Confemadera, Elier Ojea, son empresas con valor añadido, ya que se han mantenido a pesar de la crisis, y contribuyen a mantener población en el medio rural, aunque reconoce la dificultad que tienen a nivel de competitividad en los mercados, ya que en lo que se refiere a la exportación, "lo tiene imposible".

De ahí que el reto de futuro para la industria maderera en la provincia pasa por ese intento de "vertebrar" empresas de mayor dimensión, así como la necesidad de buscar alternativas al sector de la construcción, que se había convertido en el "refugio" para muchas explotaciones.

Una de ellas es la rehabilitación, en el que Elier Ojea reconoce que "tenemos más campo", y que eso supone ir "más allá del tradicional aserradero". De ahí que por parte de Confemadera se presentase al gobierno central y a la Xunta un plan de rehabilitación para generar ese valor añadido a las industrias y empresas madereras, en concreto a las pymes, ya que "las de mayor dimensión ya están saliendo".

Superar debilidades

Pero otro de los retos a los que debe hacer frente el sector, sobre todo en la provincia de Ourense, es a las denominadas "debilidades" que tiene, y que se convierten en un problema para ese desarrollo empresarial.

El minifundismo es para Ojea el principal problema, ya que se trata de montes, en la mayoría de los casos, de pocas hectáreas y de muchos propietarios, con lo que eso supone. Además, en estos momentos, de las más de 550.000 hectáreas de monte con que cuenta la provincia, más del 45% está sin una explotación sostenida, y el resto, "de aquella manera".

Y si se tiene en cuenta que Ourense es, después de Lugo, la que cuenta con mayor extensión de masa forestal, su aprovechamiento podría ser un "sustento para las familias", advierte Elier Ojea, sobre todo en lo que se refiere al medio rural.

La clave considera que está en un impulso real de la producción de madera mediante silvicultura moderna, así como de una gestión forestal conjunta y sostenible, pero, sobre todo, el compromiso de los propietarios de lo montes.