La restauración de la capilla de San Juan está ya aprobada y adjudicada, de modo que las obras comenzarán en las próximas semanas. Este espacio ha permanecido cerrado al culto desde el siglo XIX y se utiliza "como trastero", explica el delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel González. El sacristán de la catedral asegura que no recuerda otra función para esta capilla que no sea esa, a pesar de que existe una pila bautismal y tiene un pozo del que "antiguamente se extraía el agua que después se bendecía". A pesar de que la capilla está cerrada, este sacristán recuerda que el obispo Carlos Osoro "ofició algún bautizo". Entre otros bártulos, esta capilla sirve también de almacén de los óleos.

La actuación en este espacio tiene un plazo de ejecución de ocho meses y un presupuesto de 245.000 euros. Incluye la consolidación del enlosado, la restauración de la vidriera en la que se conservan algunas policromías originales y la resolución de los graves problemas de humedades que sufre sellando la cubierta. También se repondrá una parte del retablo que actualmente se encuentra en el museo.