La provincia de Ourense ha activado el protocolo de seguridad vial frente a nevadas y situaciones meteorológicas extremas para evitar dificultades circulatorias y resolver con rapidez y eficacia los contratiempos que se puedan producir por el mal tiempo en cualquier punto de la red provincial de carreteras.

Los responsables de las diferentes administraciones se reunieron ayer en la Subdelegación del Gobierno para poner a punto el dispositivo de actuación y actualizar el listado de medios disponibles para hacer frente a las nevadas y otras adversidades meteorológicas. El objetivo, según explicó al término de la reunión el representante del Gobierno central en Ourense, Camilo Ocampo, es "garantizar la viabilidad invernal y la seguridad de los conductores y ocupantes" frente a los posibles temporales.

Además de analizar los 16 puntos de la red considerados como conflictivos a efectos de temporal, la comisión dejó pautadas las líneas de cooperación con las provincias de León, Zamora, Pontevedra y Lugo para establecer los mecanismos de alertas y respuestas más eficaces y eficientes ante posibles emergencias.

Precisamente a través de este protocolo se fortalece la coordinación entre la unidad de carreteras de Fomento con el subsector de la Guardia Civil y la Jefatura Provincial de Tráfico, y de estas a su vez con otras administraciones como la Xunta de Galicia, la Diputación Provincial y los concellos afectados.

En el protocolo se detallan los medios disponibles para despejar la red de carreteras en caso de nevadas intensas. Concretamente, cuatro máquinas quitanieves con base en Vilamarín y A Rúa para dar servicio a las carreteras N-120, N-525, N-540, N-536, C-546, N-541, N-542 y el enlace de la N-525 con la N-120. En la autovía Rías Baixas o A-52 trabajarán 15 máquinas despejando la carretera que se trasladarán por toda esta vía, además de las N-532 y la N-525.

Para acelerar el proceso de fundición de la nieve y evitar su acumulación en la calzada, la red provincial dispone de seis depósitos de salmuera en Vilamarín, A Rúa, Verín, A Gudiña, Allariz y O Porto. El de A Gudiña es el más grande, con una capacidad de 1.150 toneladas. Estos se complementan con ocho silos, cinco de ellos de 60 toneladas cada uno para dar servicio a la N-120, N-541, N-525 y A-52 en Trasmiras, y otros tres de cien toneladas en diferentes puntos de la autovía Rías Baixas. Por último, el dispositivo incluye otras tres plantas de salmuera en Vilamarín, A Gudiña y Allariz.

Además, para facilitar y hacer más operativo el establecimiento de restricciones a la circulación de vehículos pesados, el protocolo de invierno delimita un total de 44 áreas de estacionamiento en las carreteras para que se puedan ubicar en ellas, de forma ordenada, aquellos vehículos que tengan restringida su circulación por problemas derivados del mal tiempo.

El documento define también 16 posibles puntos conflictivos por riesgo de nieve y/o nieve situados en la red de carreteras. Se trata de tramos que discurren por los altos de Biobra, O Burgo, Santo Domingo, Toldavia, Paraño, Canda y O Cañizo, Fumaces, As Estivadas, Sandiás, Taboadela y A Cañiza.

Por último, la Dirección General de Tráfico contribuirá a la seguridad vial con el seguimiento del estado de las carreteras a través de 17 cámaras, 25 paneles de mensaje variable y 16 estaciones meteorológicas localizadas en diferentes puntos.