Lo tienen claro y así lo denunciaban ayer representantes sindicales del Concello de Ourense –USO, CSIF y CIG–, al asegurar que la contratación a dedo, vía decreto, por parte del alcalde, Francisco Rodríguez, de la hija del concejal de Economía, Agustín Fernández, es "un despilfarro", además de advertir que se habría producido un "grave incumplimiento" del acuerdo regulador vigente, ya que se trataría de una plaza de nueva creación –la de técnico de Comunicación y Relaciones Públicas–, que no está contemplada en el anexo del mencionado acuerdo, y que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia, por lo que debería haber pasado por la mesa de negociación.

Algo similar sucede con la de Director de Comunicación, que pasó a ocupar Luis Congil, hasta entonces jefe de gabinete de prensa, en ambos casos del grupo A1, con unas retribuciones anuales que se sitúan en los 33.000 euros, y discrepan con la interpretación que hace la concejala no electa de Personal, Carmen Rodríguez, que en declaraciones a FARO alegaba que se trataba de un "cambio de nomenclatura" en el área de comunicación.

Antes las duras y contundentes criticas de sindicatos y grupos de la oposición, PP y Democracia Ourensana, a la contratación a dedo del alcalde, y mientras Francisco Rodríguez evitaba dar explicación alguna, al igual que el concejal de Economía, por entender que "no soy el más indicado", según llegó a comentar, la que si saló a justificar la contratación fue Carmen Rodríguez.

Y así rechazó que la plaza sea un "traje a la medida" para María Fernández, por lo que no se puede comparar con lo que sucede en la Diputación. Además de explicar que se trata de un contrato eventual, con una duración determinada, y que se trata de un "personal de confianza del alcalde".

La edil no electa de Personal también esgrimió en Onda Cero Ourense la "acreditación suficiente" con que cuenta la nueva trabajadora, que justificaría la categoría de máximo nivel.

Unas consideraciones que no hicieron más que elevar el tono critico de sindicalistas y oposición política, que utilizaron términos como "enchufismo", "Nepotismo" y "amiguísimo" para calificar la decisión del alcalde de proceder a contratar a la hija de su concejal por decreto.

Y de nuevo afloró la denuncia sobre la "opacidad" en la información, especialmente en la relacionada con el área de Personal, así como determinados gastos realizados por el bipartito, y por cuyas facturas siguen esperando tanto el grupo del Partido Popular como de Democracia Ourensana.