El grupo municipal del Partido Popular exige al alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, a través de una moción que justifique en la sesión plenaria del viernes los cambios que realizó en el gobierno bipartito, por entender que intenta “camuflar” bajo la denominación de reajustes un cambio trascendental en la Corporación.

Así, el viceportavoz de los populares, José Araújo -que compareció ayer junto a los ediles Belén Iglesias y Carlos Campos-, para explicar las iniciativas que presentaron al pleno subrayó que además de cesar y sustituir responsables de áreas que son claves en un gobierno, como Personal, Gobernación y Termalismo, criticó que “pasemos de 27 a 28 concejales”, debido a la inclusión, como concejala no electa, a Carmen Rodríguez, que pasó a ser la responsable de Personal y Recursos Humanos.

Fichaje del alcalde

Sostiene Araújo que mientras hasta ahora los concejales eran elegidos por los ciudadanos, la Corporación incluirá “uno de los fichajes del alcalde”, una decisión que criticó abiertamente, por entender que esto se produce después de que “abandonaran” su cargo los dos directores generales de personal.

Araújo recordó que la Ley de Grandes Ciudades concede al alcalde potestad para realizar ese “fichaje”, como los de los directores generales, y concretó que “no ponemos en duda su legitimidad, pero queremos que tampoco el alcalde ponga en duda la legitimidad del pleno para ser el foro del debate político sobre las cuestiones transcendentes”, y recalcó que “ ésta es una cuestión de gran importancia para la ciudad”.

Además, entienden que los “ajustes, como dice el alcalde”, que se realizaron en el seno del gobierno bipartito permiten visualizar una crisis interna en los dos grupos (PSOE y BNG), centrada en los casos del anterior responsable de Personal, Antonio Rodríguez Penín, que ahora pasa al área de Limpieza, por el bando socialista, y la dimisión de la edil nacionalista Marta Arribas, en el área de Termalismo, por diferencias “claras y notorias” con el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal.

Es por eso que José Araújo mantiene que no se puede hablar de “simples ajustes o retoques”, sino más bien de una crisis que llevó a que el alcalde debiese adoptar decisiones, que ahora tendrá que explicar a los ciudadanos en la sesión plenaria.