OURENSE 4 - 0 SANTA COMBA

OURENSE Berto, Josu,_Gonzalo, Portela,_Álex, Antonio, Rafa (Luis Vilachá, minuto 80), Breogán (Dacosta, minuto 41), Martín, Moisés (Levi marengo, minuto 59) y_José Arenas. SANTA COMBA Carlos, Gonzalo,_Paco (Diego Arnejo, minuto 67), Pibe, Gelo, Roberto Feans,_Doro (Julián, minuto 65), Cotrofe (Brais, minuto 74), Pablo_Baña,_Adrián,_Nieto e Iván. Goles: 1-0, minuto 53:_Josu. 2-0, minuto 71:_José Arenas. 3-0, minuto 77:_Berto, de penalti. 4-0, minuto 81:_Alex. Árbitro: Fernando Formoso Sánchez. Incidencias: Encuentro disputado en el campo de O Couto ante 800 aficionados.

xabier colmeiro  Ourense

El Ourense ha recuperado el pulso del gol y la competencia por los derechos de autor es feroz. Por segundo domingo marca el portero desde el punto de penalti, dos defensas se suben al tren de las celebraciones y el máximo goleador, José Arenas, mueve el cargador después de tres semanas de balas perdidas. Son ya ocho tantos para el delantero de Ponteareas y 23 en el cómputo general del equipo más inspirado en las áreas de Tercera. La tarde de gol sólo tuvo una sombra. Primero cayó Breogán y después Moisés y la inquietud por sus lesiones heló más de una sonrisa.

Si el rival de turno ha encajado un tanto en cinco desplazamientos el domingo augura dificultades. El Santa Comba se empeñó además en dar donde más duele. Apostó de salida por una presión profunda con la defensa adelantada cada vez que el Ourense tenía que dar salida al balón. A los de Romero les costó progresar entre las asperezas del adversario. No estuvieron cómodos y pagaron con imprecisiones las prisas por adentrarse en campo ajeno. Cuando superaban la primera barrera llegaban al área, pero eran tentativas esporádicas y sin asomo de gol.

Por regla general, en Tercera se defiende en términos de cantidad y no de calidad. Abunda el defensa lento parapetado en el cuerpo a cuerpo, auténticos chollos para equipos como el Ourense cuando encuentran espacios para dar rienda suelta a su verticalidad. La primera parte debió inclinarse para los rojillos de no haber caído en desgracia sus definidores. Rafa, el recurso de emergencia utilizado por Romero para atacar por el carril izquierdo, apenas necesitó un minuto para probar suerte con un disparo en llegada.

También las acciones a balón parado contribuyeron a tantear a Carlos. El portero del Santa Comba le sacó la pelota de la cabeza a Portela en el último momento. Acto seguido, el central regresado tuvo que arreglar un desajuste con Josu que Adrián se disponía a aprovechar. Antonio también acudió al rescate en un contragolpe con la autoría del mismo rival tras un córner de defectuosa ejecución. El primer síntoma claro de que los rojillos necesitaban arreglar cuentas con el gol llegó al cuarto de hora en una llegada de Gonzalo por la izquierda que derivó en un centro templado que Breogán esperaba en el área. Su remate tomó demasiada altura cuando el portero ya estaba rendido.

Hubo que esperar a la segunda parte para la reconciliación. Josu hizo las paces con el gol al meter la pierna en un balón servido por Martín tras una conexión por la banda derecha, pero últimamente, cada vez que marca, el Ourense se encuentra con un problema. En los dos últimos partidos los efectos secundarios fueron las expulsiones y ayer llegó en forma de lesión de Moisés. El centrocampista abandonó el campo con molestias en la rodilla derecha tras caer en una pugna con un contrario. Romero se vio obligado a rehacer el equipo en la primera parte debido a la lesión de Breogán, víctima de una dura entrada de Pibe, y a la hora de partido tuvo que recurrir a Levi para sustituir al hombre que gobierna al Ourense.

Además, el golpe sacó al Santa Comba de la cueva, aunque fue Martín el que pudo mover el marcador con un testarazo desviado. El de Ribadavia se ha estancado en su cuenta. Le faltó inspiración en dos balones que le dejaron ventaja sobre los centrales, pero no atinó en el último control. Lo que no se le acaba es la generosidad ni la combatividad. Su persistencia en el intento de robo abrió la puerta del segundo gol y a portería abierta le alfombró el tanto que acabó con el ayuno de Arenas.

Más que el empuje de los visitantes, a pesar de que Gelucho prescindió de un defensa para impulsar la reacción, fue el proceso de reajuste el que atenuó el dominio rojillo, pero el Santa Comba no se encontró cómodo con la responsabilidad de crear y tampoco le dieron tiempo. Unas manos de Gelo que interceptaron un remate de Martín fueron castigadas con penalti y Berto celebró con voltereta que el síndrome de la pena máxima malgastada haya pasado a la historia. Y también la dependencia de los goles de los arriba porque un central se unió al desenfreno que acabó con la anemia goleadora.