El Hospital de Verín pone en marcha una nueva unidad de tratamiento oncológico-hospital de día que evitará a una media de más de cien pacientes al año tener que desplazarse desde los diferentes núcleos de la comarca de Monterrei a Ourense para someterse a pruebas y tratamientos de quimioterapia.

Con la puesta en marcha de esta nueva unidad oncológica para tratamiento quimioterápico de Verín se completa la descentralización de esta terapia en la provincia de Ourense, dado que el hospital de O Barco también cuenta con estos servicios, lo que evita el desplazamiento periódico de esto pacientes y mejora su calidad de vida en un momento complejo de su vida.

La nueva unidad depende del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de Ourense, que será el responsable de su coordinación. Tendrá un oncólogo de referencia adscrito a este servicio, que supervisará directamente desde el hospital comarcal los tratamientos y consultas de revisión y coordinará el trabajo del equipo que atiende el nuevo servicio.

Esta unidad de oncología está integrada por una enfermera, una auxiliar de clínica, que están asignadas a la preparación de los fármacos, además de una enfermera y una auxiliar para administrar los tratamientos en el hospital de día.

La quimioterapia consiste en la administración de fármacos empleados en el tratamiento de las enfermedades oncológicas y su función es impedir la reproducción de las células cancerosas. Se administran en ciclos y cada uno de ellos tiene un número variable de sesiones de quimioterapia.

Esto quiere decir que la duración de estos tratamientos dependen de cada persona y de su evolución, pero para los pacientes de la comarca de Monterrei siempre ha supuesto hasta ahora un claro y constante deambular deambular hasta Ourense, distante un mínimo de 75 kilómetros.

Los responsables de esta unidad esperan atender una media anual de 108 pacientes, que a su vez asistirán a unas 765 sesiones de tratamiento quimioterápico, así como unas 540 consultas de revisión. Esto quiere decir que la nueva unidad puede evitar unos 1.300 desplazamientos de los pacientes al año, o lo que es igual, alrededor de 183.300 kilómetros de desplazamientos, una doble condena para personas que ya sufren tratamientos especialmente sensible, según explica el Sergas.