Un joven de 33 años permanece ingresado en estado grave en el Complejo Hospitalario de Ourense, como consecuencia de las heridas de arma blanca que sufrió la pasada madrugada en el barrio de A Ponte, donde un hombre le asestó varias cuchilladas. Óscar Rodríguez Canle sufre lesiones inciso-contusas en zona dorsal y brazo izquierdo, y fractura de huesos en la nariz, según fuentes sanitarias.

Los hechos sucedieron, según vecinos y propietarios de establecimientos comerciales de la calle Ribeiriño, en el puente Romano, sobre la una de la mañana de ayer. José Reza, que regenta un bar en la zona, comentaba que un cliente que salía de su cafetería, le gritó que llamase a la policía, porque había una pelea. "Salí del bar y vi como el "portugués" no dejaba de clavarle el cuchillo al chico, que no podía defenderse".

En la mañana de ayer, José Reza mostraba las marcas de sangre que quedaron en el kiosco contra el que se produjo la agresión, situado en la misma acera de su local.

Relataba que "no podíamos separarlos, porque el agresor lo tenía empotrado contra el kiosco y no sabíamos por donde agarrarlo", una versión que también confirmaba el cliente que dio aviso de lo que estaba sucediendo.

Ambos coincidieron en destacar que mientras la víctima recibía las cuchilladas, el agresor gritaba, "con los pantalones bajados" que Óscar Rodríguez Canle intentara robarle momentos antes "lo que pudo ser el motivo de que se sacara el cuchillo y lo atacase".

Desde la Policía Nacional de Ourense confirmaban ayer la agresión, aunque señalaban que no facilitarán datos oficiales hasta hoy, día en el que está previsto que concluyan las investigaciones iniciadas por los agentes.

Sin embargo, José Reza manifestaba que el "portugués", del que dijo ser "un hombre de unos 60 años con problemas de alcohol y agresivo cuando bebe, muy conocido en el barrio de A Ponte, fue detenido por agentes de la Policía Nacional" en el escenario del suceso.

Pandillas de hippies

Los vecinos de la calle Ribeiriño se quejaban ayer de la presencia continua de pandillas de hippies que acompañados de varios perros "intimidan a la gente todos los días". Así, José Reza señalaba que unas horas antes de la agresión de la pasada madrugada, "la policía detuvo a dos hipiies que intentaron pegarle al dueño de otro bar". Además, añadía, "el otro día un hombre que pasaba por el puente Romano tuvo que dar una patada a uno de los perros que se le echó encima".

La propietaria de una frutería de la calle Ribeiriño comentaba ayer que "hace unos días cerré la tienda antes de la hora habitual porque tuve miedo de una pandilla con un montón de perros".

Los vecinos se quejan de que la policía "se limita única y exclusivamente a decirle a estos jóvenes que abandonen la zona del puente Romano". Sin embargo, critican, "lo único que hacen es moverse unos metros y seguir molestando a la gente en cuanto los agentes se marchan, sin que las autoridades hagan nada por impedir esta situación". Los afectados exigen presencia policial y que se tomen medidas.