Opinión

Dos estados: Marruecos y la República Saharaui

El Gobierno ha anunciado que reconocerá a Palestina como estado independiente y soberano. Cierto es que la solución de dos estados es la aceptada internacionalmente, pero otra cosa es la oportunidad de hacerlo en este momento y en medio de una profunda crisis diplomática con Israel y con ministras del Ejecutivo haciendo afirmaciones de difícil aceptación. Yo creo que este tipo de decisiones, como buenos europeos que deberíamos ser, tendría que hacerse en el seno de la Unión Europea ya que para eso tenemos una política exterior común.

Pero ya que se trata de acciones unilaterales, creo que deberíamos de reconocer otra realidad sangrante como es la existencia de la Republica Árabe Saharaui Democrática y ello por muchas razones. La primera por nuestros vínculos culturales e históricos con la población saharaui, que, cuando les visitamos en los campamentos de Tinduf, nos decían que ellos eran árabes de cultura española y que esto cosntituía su hecho diferencial. Compárese esto con lo que manifiestan día sí y día también los nacionalistas catalanes. Los saharauis quieren un Instituto Cervantes en las zonas ocupadas para que el idioma Español no ceda ante el Francés. Venezuela y Cuba están encargándose de esto y habrá que agradecérselo. Los rótulos de las zonas ocupadas están en los dos idiomas, español y árabe y los saharauis se sienten orgullosos de esto.

Pero es que además la legislación internacional se decanta más por este reconocimiento que por validar por la ocupación ilegal de la zona por Marruecos, quien ha utilizado la fuerza para ello, igual que hace Rusia con Ucrania. Recordemos que la Corte Internacional de Justicia, a instancias del propio Marruecos, se pronunció sobre el tema sentenciando que no había habido nunca relaciones de soberanía de Marruecos o Mauritania sobre este territorio. Reconoció además que cuando España colonizó este territorio, este no era “Terra Nullius”, es decir tierra deshabitada sin propietarios, sino que sentenció que esta tierra tenía habitantes que eran los saharauis. Las resoluciones de la ONU han sido siempre claras y han dicho que los saharauis tienen derecho a decidir su propio futuro a través de un referéndum realizado de manera libre, a lo que el Gobierno Marroquí se ha opuesto y encarcela a quienes defienden esta postura apoyada por Naciones Unidas.

Pues bien, si reconocemos Palestina como Estado independiente, debemos de reconocer a la República Saharaui y condenar la ocupación ilegal y por la fuerza por parte de Marruecos del Sáhara Occidental. Marruecos debería de ser un país amigo, pero no se comporta como tal, sino que a lo largo de los años ha venido practicando una “Marcha Verde pero de baja intensidad”: recordemos la ocupación de la isla de Peregil, la utilización de la inmigración ilegal como arma de presión, el cierre de las fronteras de Ceuta y Melilla y recientemente unas preocupantes maniobras militares navales en aguas que no le pertenecen. Recordemos que la política exterior con sentido de Estado no depende de caprichos de nadie que veranee en Marruecos, sino que debe de hacerse con el acuerdo mayoritario del Parlamento, que ya hemos visto lo que piensa cuando recientemente ha aprobado volver a la situación anterior de neutralidad y se termine con lo que da la impresión de rendir pleitesía a la potencia que ocupa ilegalmente este territorio. Si reconocemos Palestina como estado independiente, reconozcamos inmediatamente la República Árabe Saharaui Democrática. Se lo debemos a nuestros hermanos saharauis con quienes nos unen tantos lazos humanos e históricos.

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