Cuatro Cosas

Avecilla, que llega despendolada, avisa que la borrasca –DANA– que batió ayer Galicia y los días venideros no es nada comparada con la que también llegará, en cosa de quince días más o menos, e igualmente por el suroeste. El pájaro da cuenta de lo que le sopla el filtrador enmascarado y asegura que ya tiene nombre asignado: la borrasca “Marta”. Que, si descarga con todo su potencial, podría acabar convirtiéndose en un huracán. Ojo...

De ahí que los servicios de salvamento hayan sido declarados en estado de máxima alerta. Y se suspendieron los permisos. El pajarillo cantor, que sigue malito pero aún vuela, da cuenta de que, además de un muy fuerte oleaje, la tormenta producirá la necesidad de renovar con urgencia los equipos especializados en las tareas de reparación y puesta a punto de la maquinaria precisa.

Hace falta para que la situación no se desmande. Porque hay señales de que puede ocurrir. Y jolines. Ya hay voluntarios y no pocos, para afrontar el futuro y dar guerra a los adversarios. Y es que se avecinan tiempos bastante complejos para asegurar la tranquilidad en el centro-derecha. Que, por cierto, está con el alma en vilo por culpa de Tezanos. Uyuyuyuy...

Antes de rematar, Anacleto se pregunta si quienes tienen escaño en las Cortes esperarán o no a los resultados del 18-F para renunciar a ellos. Lo que ya no tiene remedio es el ministerio petrusiano que le habían ofrecido al candidato del PSdeG . Aunque es posible que la oferta pudiera repetirse pero, más adelante. O sea, si el presidente del Gobierno se viera obligado a reajustar el gabinete en el caso de que se complicasen las conversaciones con Puigdemont. O al revés. ¿Capisci?