TRIBUNA LIBRE

Por Navidad, salud

Pilar Lucas*

Aunque no soy muy aficionada a los juegos de azar (la mejor lotería, el trabajo y la economía), siempre compro algún décimo de lotería navideño. Pasé el verano en Extremadura y compré tres o cuatro décimos que perdí en el traslado a Galicia, donde vivo, mi querida patria de adopción. Por más vueltas que he dado buscando los décimos, no he logrado encontrarlos por lo que solo jugaba uno de Doña Manolita que compré en octubre en Madrid. Me cabreé tras buscarlos por diversos sitios y ya ni siquiera compré el del instituto, que siempre juego.

Llegó el día del sorteo y, claro, no me tocó nada, como era previsible. Día de consolarse con la salud, que no es poco.

El día de Navidad se perdieron unos pendientes de perlas regalo de mi madre que me gustaban mucho. Debieron de extraviarse al levantar la mesa tras la comida navideña. Volví a consolarme: “O caso é ter saúde”. Certo. El caso es tener salud.

Así que, con ese convencimiento, felicité el año nuevo a todos mis afectos con la tradicional consigna: “Feliz año nuevo. Salud”.

Y el uno de enero, como propósito de año nuevo, me he propuesto hacer todo lo posible por apartar todo aquello que a mi salud perjudique o chirríe.

Es una regla de oro que no falla: me chirría/no me chirría.

Hay una edad en la que una tiene el privilegio de elegir solo lo saludable, lo que no chirría, al margen de la opinión.

Así que, en las proximidades de la Noche de Reyes, voy a escribirles la carta, a ver si me complacen. Seré breve:

“Queridos Reyes Magos: solo pido que me regaléis aquello que no me chirríe y sea bueno para mi salud, mi mayor aspiración, la salud. Para ello también sería de desear que nos proporcionarais algo de estabilidad y armonía al mundo. Gracias de antemano y buen viaje”.

Salud para todos en el año que empieza cuajado de buenos propósitos .

“¡ Chin, chin, salud, moita saúde!”

*Profesora de Literatura

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