Escenario de catarsis

Desde el mismo momento en que para llegar a Moncloa eligió a sus aliados en distinto grado (coalición, pacto expreso, pacto tácito), Sánchez vio condicionada su política, lo cual resulta lógico. Pero a la vez, suponiendo esas alianzas un cambio de rumbo –para bien o para mal– en la política del PSOE desde González, abrió un foso a su lado, junto al que desde entonces camina. De este modo una hipotética pero nunca descartable derrota electoral sin paliativos abriría un escenario de catarsis, al que se subirían los sectores del partido abiertamente discrepantes con la nueva línea (o –para ellos– falta de línea suplida por mero oportunismo) que de momento guardan silencio por una mezcla de disciplina, cautela y confianza en que, siguiendo el cauce ahí, las aguas volverán a él. No hay apenas palabras, solo un rumor de fronda, como un coro griego musitando un destino.

Suscríbete para seguir leyendo