Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alfonso Villagómez.

La corrupción ante los tribunales

Los jueces y tribunales españoles están firmemente comprometidos con la erradicación y penalización de la corrupción. Así lo revela el repositorio de datos sobre procedimientos por corrupción del Consejo General del Poder Judicial tras la incorporación de la información correspondiente a los meses de enero, febrero y marzo de este año, que también incluye el número de sentencias dictadas.

El repositorio, es de acceso público en la web www.poderjudicial.es y permite a la ciudadanía conocer la acción de la justicia en el marco global de la lucha contra la corrupción a través de sus principales indicadores –personas acusadas y/o procesadas, procedimientos, sentencias dictadas, etcétera–, que se actualizan de forma trimestral.

La información que ofrece el repositorio corresponde a la denominada corrupción pública, entendiendo que es esta la que más altos índices de preocupación causa en la ciudadanía. De este modo, los procedimientos judiciales cuyos datos se reflejan en el repositorio tienen como sujetos activos a funcionarios públicos, gobernantes y políticos en el ejercicio de sus cargos, y como uno de los elementos del tipo la afectación de dinero público, abarcando así tanto la corrupción administrativa como la corrupción política.

Estos fenómenos se recogen en el Código Penal como delitos de prevaricación urbanística (artículos 320 y 322), prevaricación administrativa (art. 404, 405 y 408), infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos (art. 413, 414, 415, 416, 417 y 418), cohecho (art. 419, 420, 421 y 422), tráfico de influencias (art. 428, 429 y 430), malversación (art. 432, 433, 434 y 435), fraudes y exacciones ilegales (art. 436, 437 y 438), negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios públicos y abusos en el ejercicio de su función (art. 439, 441, 442 y 443) y corrupción en las transacciones comerciales internacionales (artículo 286).

Quizá gracias a esta decidida iniciativa de los órganos judiciales, la corrupción no ocupa ya los primeros puestos en el ranquin de las preocupaciones de los ciudadanos. Es buena señal dirigida a los corruptos de que más tarde o temprano terminarán pagando por sus fechorías y acabarán entre rejas.

Compartir el artículo

stats