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Marcelino Otero López

Tiro en el aspa

Es muy común utilizar la frase “se está pegando un tiro en el pie” cuando nos referimos a alguien que con sus acciones u omisiones se infringe daño a si mismo sin necesidad y creo que esto de algún modo, es lo que está pasando con el sector eólico de Galicia. Ahora que la transición energética coge velocidad, nos prometíamos un futuro alentador para las energías renovables y a medida que se recrudece la lucha de intereses energéticos, en Galicia nos debe tocar jugar la baza de las renovables y particularmente por nuestra posición geográfica que hace que podamos contar con una orografía y régimen de vientos más que aceptable para impulsar competitivamente la energía eólica.

La tecnología, al igual que en otras fuentes renovables, ha avanzado de forma sustancial, aumentando capacidades productivas de las torres eólicas que se han multiplicado en relación con las primeras instalaciones. El cambio es trepidante y está haciendo acelerar la obsolescencia que exige que el marco regulador contemple la velocidad del cambio, por que si no acabaremos por perder competitividad.

Se están generalizando iniciativas para bloquear y eliminar proyectos eólicos aduciendo razones medioambientales. Es verdad que las instalaciones eólicas impactan visualmente en el territorio, las tecnologías más antiguas generan ruidos molestos para vecinos cercanos o pueden afectar a la avifauna, entre otros inconvenientes, por ello es razonable regular las instalaciones y acotar la operatividad a un sistema productivo respetuoso con los objetivos de desarrollo sostenible y que exista siempre procesos de negociación y entendimiento con los más directamente afectados, pero no debe ser óbice para poder seguir desarrollando esta fuente de energía esencial para la defensa de la descarbonización y por ende la lucha contra el cambio climático.

Parece que a veces las objeciones no tienen un fundamento loable y de interés general, sino más bien argumentos e impedimentos para lograr mayores compensaciones económicas, sin importar que la transición energética está directamente vinculada con la eliminación de los combustibles fósiles que están arruinando en futuro del planeta. Al igual que pegarse un tiro en el pie, creo que no debemos pegarnos un tiro en el aspa del molino eólico, están en juego muchos puestos de trabajo, solamente tenemos que escuchar las noticias para ver el impacto de las dudas que podamos tener sobre la necesidad estratégica para Galicia de contar con un sector eólico fuerte y coherente.

*Economista

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