La decisión del jurado del Benidorm Fest de no recomendar el pase de Tanxugueiras a la final del sábado fue recibido por el grupo con diplomacia y cierta retranca gallega, como no podía ser de otra manera. En el encuentro con los medios mantenido al filo de la medianoche del miércoles al jueves, Sabela Maneiro –una de las pandereteiras– indicó: “No creo que sea influyente que hagamos música en gallego o tradicional o quiero pensar que eso no influye. El jurado tiene sus gustos, simplemente a lo mejor no están acostumbrados a escuchar ese tipo de música y descodificarlo es un poco difícil “.

Para facilitarles la labor, la banda gallega se ofreció a ayudar a los cinco integrantes. “Les recomiendo unos cuantos grupos en Spotify y en dos horas lo descodifican y ya está”, indicaron, lo que levantó los aplausos de los medios allí presentes.

Más allá de la broma, el grupo recalcó que “ante todo, respeto, porque el jurado son personas y toda persona tiene sus gustos. Quizás dentro de un año si nos volviéramos a presentar, lo formarían otras cinco personas con otros gustos y les gustaríamos más”, señaló en la medianoche de ayer Aida Tarrío.

Una duda que cortaba la noche era si la alteración de la agenda debido al COVID en el grupo y la llegada mediante goteo de cada una de ellas en Benidorm –la última en hacerlo fue Olaia Maneiro pocas horas antes de la gala– podía haber incidido en la actuación.

Al respecto, Olaia respondió que, “por la parte que me toca, llegué el miércoles por la mañana y era la primera vez que veía el escenario, quince minutos como mucho. Tuvimos que cambiar toda la escucha porque tengo una voz muy potente”.

También ofrecieron respuesta para las palabras de Salvador Sobral, el artista portugués que ganó Eurovisión años atrás y que tras actuar en el Benidorm Fest el miércoles dijo: “Yo voy con las gallegas”. Tanxugueiras indicaron que “somos ultrafans de Salvador”, para explicar después que querían localizarlo para darle las gracias.

Respecto a los audiovisuales mostrados en su escenografía, explicaron que en Galicia se realizan “recogidas”, visitas a casas de señoras a las que graban canciones tradicionales. “Queríamos utilizar imágenes de archivo para darles lo que merecen y tenerlas presentes en la escenografía”, añadieron.

En cuanto a la presencia de los bailarines, Aida Tarrío señaló que “tenían que estar sí o si, por eso elegimos la muiñeira para que se bailase. La montaña que aparece en las pantallas es por el paisaje de Galicia y el vestuario es una recreación de los trajes de gala tradicionales gallegos”.

Respecto a la posibilidad de que el jurado les dé su apoyo el sábado, Tanxugueiras dudó del giro mental: “Tienen las cosas clarísimas pero tenemos que quedarnos con lo bueno y no con lo malo y lo bueno es toda esa gente que apuesta por nosotras”.

No obstante, Sabela Maneiro lanzó un mensaje de esperanza: “Yo le diría al jurado que abra un poco las miras, que puede ser que en la final actuemos un poco mejor y sea mejor la actuación”. También advirtieron: “Galicia va a estar a tope”. Ita sit (que así sea).