Tanxugueiras debe ganar el Benidorm Fest. E ir a Eurovisión. Y, ya puestos, conseguir el galardón que España lleva 53 años sin saborear. Ellas pueden conseguirlo… pues cuentan con el arma para más poderosa para hacerlo: una muIñeira que, tal y como aseguran los expertos, alberga los elementos necesarios para llamar la atención del Viejo Continente. Aunque no sólo eso. También poseen ese peculiar don que nadie sabe cómo se llama, pero que impide a cualquiera dejar de mirarlas. Parecen meigasqueimada por delante. Con un cántico galaico que hipnotiza desde el primer tambor. Ya lo demostraron en la primera semifinal del pasado miércoles, donde a golpe de garganta y tribalismo conquistaron a la audiencia. El jurado se les resistió… tanto que consideró que no eran aptas para llegar a la final del sábado. Ahora, gracias al empujón del público, les toca revalidar su apuesta. Una nueva religión debe llegar a Europa.

"Terra lo tiene todo. No es excepcional ni del todo novedosa, pero sí brillante e inscrita en un género poco trillado entre las audiencias mayoritarias: el de las cantareiras. Son jóvenes, mujeres, poderosas, empáticas. Matriarcales como buenas gallegas y tan representantes de este país como cualquier otro rincón de nuestra geografía plural. En un momento en que debemos reivindicar la diversidad más que nunca, ellas representan integración, tolerancia, abrazo, un estallido de felicidad", subraya Fernando Neira, crítico musical de Hoy por Hoy (Cadena SER) y creador de la web undiscoaldia.com. Estos calificativos que menciona forman parte de la propia esencia del grupo: Olaia, Sabela y Aída representan cada uno de los valores que han ido recogiendo en las asociaciones de pandereteiras en las que crecieron.

Una gran parte de su bagaje musical lo adquirieron a través de las recollidas, una tradición que consiste en ir pueblo por pueblo registrando las melodías que las abuelas retienen en sus memorias para ponerlas en valor. "Es una muy buena canción, lo que nos ahorra un enésimo ridículo internacional. Además, de entre las opciones posibles en la preselección (algunas, como Rigoberta Bandini o Varry Brava, estimables), es aquella con la que me siento mejor representado", añade el periodista. Y no es el único: la formación ganó del macrosondeo popular que la web especializada Eurovisión-Spain realiza cada año, imponiéndose a nombres de la talla de Rosalía, Aitana, Lola Índigo, Ana Mena… El debate incluso ha llegado a la política, donde Yolanda DíazAdriana Lastra Alberto Nuñez Feijóo ya les han mostrado sus respectivos apoyos. "Yo te quiero igual, pero este Benidorm Fest es de Tanxugueiras", respondió en Twitter la ministra de Trabajo y Economía Social a Jéssica Albiach, presidenta del grupo En Comú Podem en el Parlament de Catalunya.

LA RESURRECCIÓN DEL FOLK

Sin duda, se trata de datos nunca antes alcanzados por el trío gallego. Éste nació sin ninguna pretensión mayor que disfrutar de la música, tocando en foliadas y concursando en competiciones de pandeireta. Casi sin querer, en 2017, probaron las mieles del éxito gracias a un vídeo que rápidamente se volvió viral: en él, se las veía cantando sobre una percusión. Ni más ni menos. Sin embargo, su calidad vocal y su estilo neotradicional las colocaron en el punto de mira. Así hasta que, al año siguiente, lanzaron su primer elepé. Gracias a él, se llevaron el Premio de la Música Independiente (MIN) al mejor disco en gallego y giraron por Cuba, Suiza, Reino Unido e India. Más tarde llegó Contrapunto, una segunda proposición en la que consolidaron un giro sonoro más contemporáneo y rotundo, pero sin olvidar su tuétano folclórico. Un mejunje singular que ha dado sus mejores frutos en sus últimos singles: Midas y Figa.

"Amaia, Maria Arnal i Marcel Bagés, Baiuca, Rodrigo Cuevas, Califato 3/4, C. Tangana o Rosalía son los ejemplos recientes más claros de que la revisión de la música de raíz está ganando un público nuevo y mucho más amplio en España", sostiene Leyre Guerrero, presentadora de Na na na en Radio 3, un programa de actualidad, contexto y referencias que definen nuestro tiempo. Sobre el papel de Terra en el festival, lo tiene claro: "Es el momento de apostar por una propuesta folk que, además, está actualiza con arreglos electrónicos que la empujan hacia una épica con eficacia probada en Eurovisión".

En este formato, las raíces son la base de la hermandad es la que se sustenta. Tanto es así que, visto los resultados de las últimas dos décadas, sonar con corazón resulta mejor que hacerlo con pretensión. Y en eso el himno de Tanxugueiras tiene bastante que aportar. "Su fusión de estilos es muy interesante", subraya Roger Rodés, productor de Nathy Peluso, Estopa, Juan Perro o La Pegatina. "El ailaralalá del estribillo la hace internacional, cantable y memorable. La pieza tiene un carisma especial gracias a un beat con un tempo de 140 que da la sensación de que va a la mitad. Por encima, la percusión folclórica marca un compás ternario que permite al público caminar de la mano de la música. Se trata de un tema con gran fuerza interior y realizado de una manera exquisita que destaca, en particular, por combinar al punto justo las texturas clásicas con las electrónicas". Un sello de identidad que, más allá de su proyecto, también han impregnado en las colaboraciones que acaban de lanzar con Muerdo (Cambia todo) y Rayden (Averno).

GUERRERAS BARROCAS

Sus bazas no acaban aquí. De hecho, su imagen es otra de sus grandes señas de identidad. Algo que casa a la perfección con un concurso en el que lo más importante es dejar huella. “Tienen influencias estéticas góticas y barrocas. Lo vemos en los colores que usan (negro, blanco, burdeos) y en los accesorios de oro viejo que visten. Asimismo en las prendas: mantones, pañuelos, blusas, faldas, encajes, pendientes…Su imagen es intensa e intenta trasladarnos constantemente a un universo de magia y brujería”, argumenta Elena Regadera, estilista de moda con más de 17 años de experiencia en televisión y publicidad. A lo que Paula Ventura, diseñadora de vestuario habitual de Shakira o Alizzz, añade: “Se agradece que se salgan de lo establecido, que no se rijan por las últimas tendencias y se enorgullezcan de su estilo. Transmiten fuerza, seguridad y empoderamiento de una forma diferente. El maquillaje también cumple el mismo cometido: sus labios en tonos oscuros logran poner el foco en sus bocas, en las palabras”. Que, al final, es de lo que se trata.

Ahora bien, la clave está en insertarlo todo en el escenario en la proporción adecuada. De lo contrario, se perdería el efecto. “Hoy más que nunca, la imagen de mujeres fuertes que alzan la voz, unidas, visibles y libres mediante un canto es la mejor representación para gritar que no hay fronteras”, destaca Marcelo Pacheco, director de arte conocido por su trabajo en Brigada Costa del SolEl nudoTraiciónLa catedral del mar o Isabel. Para él, Terra evoca un viaje a lo tradicional a través de un sonido de fiesta, por lo que apuesta por una estética muy concreta: “Una imagen cálida con tonos entre marrones y arena en escala monocromática, donde exista un halo con guiño a lo natural englobaría un concepto redondo”.

EL GALLEGO REPRESENTA A ESPAÑA

De ganar el Benidorm Fest, Olaia, Aída y Sabela serían las primeras en llevar al certamen una canción compuesta en un idioma cooficial. Todo un hito si recordamos que el único amago parecido se remonta a 1968, cuando Joan Manuel Serrat se negó a participar si no podía interpretar en catalán el La, la la que, al final, llevó a Massiel a la gloria. No obstante, esta lengua sí ha llegado ya a los oídos de Europa gracias a Andorra, que debutó en 2004 con Marta Roure y su Jugarem a estimar-nos, pero nunca lo ha hecho de la mano de España. De ahí que su intención de llegar a Turín con varias de ellas bajo el brazo haya sido tan aplaudida por el público y la crítica.

A lo largo de letra de Terra es posible escuchar la frase "No hay fronteras" en gallego, euskera, catalán, castellano y asturiano. Un golpe sobre la mesa que ya está empezando a romper moldes y a sentar un precedente de cara a futuras ediciones. "Esto que en aquí consideramos inédito y excepcional, en Eurovisión está más que normalizado. Son muchas las candidaturas que, a lo largo del tiempo, ya han recurrido a lenguas cooficiales o dialectos", asegura José García, codirector del portal Eurovisión-Spain. "Entre ellos se encuentra la ucraniana Jamala, ganadora en 2016, que utilizó el tártaro de Crimea en 1944; también el francés Amaury Vassili, que interpretó Sognu en corso en 2011. Sin olvidar que, en 2003, el grupo belga Urban Trad terminó en segunda posición gracias a Sanomi, compuesto en un idioma inventado".

Desde que la propuesta de Tanxugueiras vio la luz se ha discutido si un cántico galaico podría representar a la totalidad de España. Y, aunque los argumentos a veces hayan tomado tintes más políticos que musicales, la respuesta es clara: sí. "Vamos a reformular el debate: ¿podría un tema en español representar a la totalidad de los europeos? Obviamente. En Europa se hablan cerca de 300 lenguas, de las cuales más de 70 reciben algún tipo de reconocimiento o apoyo institucional. Un evento de estas características debería ser una hermosa vitrina para mostrar al mundo la riqueza creativa del continente", mantiene Francisco Jesús Moreno, dialectólogo y sociolinguista que ocupa una silla en las Academias Norteamericana, Cubana, Chilena, Mexicana y Española de la Lengua.

Un punto de vista que abre otro paradigma: el del conocimiento. “No puede darse el necesario reconocimiento a las lenguas y culturas minoritarias sin una mínima familiaridad con ellas”, apunta Xosé Enrique Monteagudo, profesor del departamento de Filología Gallega de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Real Academia Galega. “Por eso es tan importante que ellas, un fenómeno popular y juvenil, represente a nuestro país en el festival. Que los públicos españoles, en su máxima diversidad, se sintiesen representados y se reconociesen en una canción gallega se traduciría en un pequeño gran paso adelante”. Sólo así podría mandarse el mismo mensaje de unidad en torno a la cultura que reside en la esencia misma de Eurovisión. Y quién sabe... quizá, en unos meses, veamos la imagen de todo un continente rezando al unísono el canto de Tanxugueiras.