La Xunta culmina la senda peatonal que une Meira y Domaio tras múltiples contratiempos

Los vecinos de Moaña ya pueden unir las parroquias de Meira y Domaio a pie. Por primera vez, además, la carretera general PO-551 a su paso por el municipio cuenta con espacio para peatones en todo el trazado. Y es que la Consellería de Infraestruturas ha culminado las obras de construcción de la senda peatonal en el tramo que carecía de aceras, tras una compleja obra que se prolongó durante meses y que sufrió retrasos tanto por la negativa de un propietario a la cesión como por la necesidad de actuar en las conducciones de abastecimiento de agua.

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La senda peatonal está ya plenamente operativa uniendo los lugares de A Moureira y Palmás por el lado del litoral. Varios tramos, los más complejos que obligaron a cortar un carril durante meses, son volados. La Xunta invirtió en esta mejora de la movilidad y la seguridad viaria un total de 1,6 millones de euros. La senda cuenta con una longitud lineal de 1,7 kilómetros. La mayor parte del nuevo itinerario es de hormigón coloreado y está limitado por un bordillo que lo diferencia del resto de la plataforma. En las zonas más anchas se habilitó también una franja vegetal ajardinada entre el propio sendero y la calzada.

El ancho para los peatones es variable, con un mínimo de 1,5 metros. Las partes en voladizo suman 300 metros lineales. Los trabajos también incluyeron acondicionar y rozar las áreas adyacentes a la senda. Forma parte del Plan de Sendas de O Morrazo y cuenta con la financiación del Fondo REACT-UE.

Se suma a la reciente mejora del tráfico eliminando el Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) de Domaio, que costó 570.000 euros.

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