Vecinos de Domaio urgen a que finalice la obra de la senda, pendiente del aglomerado

La Xunta espera acabar el trabajo y restablecer la circulación a inicios de febrero

Retenciones en las obras de la senda.

Retenciones en las obras de la senda. / Gonzalo Núñez

La obra de la senda peatonal paralela a la carretera general PO-551 y que unirá las parroquias de Meira y Domaio atajando así el tramo sin aceras se prolonga desde hace meses. Varios contratiempos como una nueva conexión del agua o la obligación de la Xunta de acudir a la justicia para poder acceder a un terreno retrasaron los trabajos, que ya están en su recta final.

La Asociación de Veciños Monte Faro, de Domaio, mostró ayer el malestar de los residentes en la parroquia por las continuas esperas que suponen los semáforos de obra “y los daños a los coches al tener que atravesar parte de la carretera con el asfalto levantado”. Por ello, reclaman que se aceleren los trabajos para acabar la construcción lo antes posible. El Concello también trasladó esta queja a la Consellería de Infraestruturas.

Consultados, desde la Xunta explican que la actuación en la PO-551 está solo pendiente de la extensión del aglomerado. Sin embargo, no se pudo pavimentar de momento por las malas condiciones meteorológicas de las últimas semanas.

La previsión es que se pueda asfaltar en los próximos días para dar por finalizados los trabajos y restituir la circulación viaria en las primeras jornadas de febrero.

La Xunta invirtió, en esta mejora de la seguridad y de la movilidad, un total de 1,8 millones de euros, que se suman a la reciente mejora de los cruces y de la seguridad viaria en la PO-551 en el llamado Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) de Domaio.

Toda la senda mide 1,750 kilómetros y la última parte en ejecutarse fueron los cuatro tramos en voladizo sobre el mar, pues la parte sobre tierra firme se ejecutó con celeridad en los primeros meses de trabajo.

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