El reencuentro del ciclista de Cangas con sus salvadores

El cangués que resultó malherido al caerse de su bici en Monte Carrasco reúne a los policías y la familia que le salvaron la vida

El ciclista, con camiseta gris, con los policías en los extremos Chema Gómez (izda.) y Geno Casás (dcha) y la familia.

El ciclista, con camiseta gris, con los policías en los extremos Chema Gómez (izda.) y Geno Casás (dcha) y la familia. / Fdv

R. M.

Tras la carta de agradecimiento que remitió a la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido, hace sólo unos días para con las personas que le salvaron la vida cuando, en la tarde del 6 de marzo, se cayó de su bicicleta de montaña y quedó semiinconsciente en una senda de Monte Carrasco, llegó el reencuentro de Arturo Lagoa Núñez con estas personas que lo hicieron posible. Fue ayer y el ciclista cangués cumplió con el deseo de conocer a sus salvadores y darles las gracias a las tres personas, vecinos de la zona, que caminaban por la senda y hallaron su cuerpo malherido, ya de noche, y a los dos policías que ayudaron en su difícil evacuación, Eugenio Casás y José Manuel Gómez.

Eran las 19:00 horas del miércoles 6 de marzo cuando circulaba solo en su bici de montaña por la Serra de A Madalena, que conocía bien por las numerosas rutas que siempre hizo. Había subido hasta las antenas y en la bajada sufrió una caída.

A partir de ese momento ya no recordaba nada. Por eso que, una vez que salió del peligro en el hospital, quiso remitir esta carta para agradecer la labor de los servicios de emergencia que le atendieron, en especial a los agentes Geno y Chema, que fueron los primerosen llegar, le abrigaron con sus propias chaquetas, le apartaron la lengua y le giraron para ponerle en posición de seguridad. Aquel movimiento clave evitó que se atragantara con su propio vómito. Reconoce que la evacuación fue difícil desde el punto del accidente hasta la carretera por caminos de tierra y ya oscureciendo. Agradece la actuación de los sanitarios y de los agentes de Protección Civil y Bomberos y dice que desde aquel día ocupan un lugar muy especial las tres personas que le encontraron y avisaron a las autoridades: un matrimonio y su hija que habían salido a pasear a su perro y de casualidad le vieron a lo lejos de aquel camino, poco transitable, semiinconsciente, tirado en el suelo. Su labor de acompañamiento hasta que le trasladaron al hospital nunca la olvidadrá. "me siento en deuda con toda esta gente, quiero insistir en agradecer la actitud de esta matrimonio y de su hija...Por supuesto la actitud profesional e impecable de los primeros agentes de la Policía Localo que llegaron al lugar, que hicieron exactamente lo que debían y en tiempo récord. Además también agradezco especialmente la actitud de otros agentes de Protección Civil, Bomberos y sanitarios".