La comarca vuelve a perder población pero ya supera el millar de vecinos mayores de 90 años

En la última década los concellos de O Morrazo pierden 1.003 habitantes y la edad media superará los 51 años en el 2037 | A comienzos de siglo el número de mayores que se acercaban o superaban los 100 años era de apenas 323

Niños y familias, ayer, jugando en el parque infantil de los Xardíns do Señal en Cangas.   | // GONZALO NÚÑEZ

Niños y familias, ayer, jugando en el parque infantil de los Xardíns do Señal en Cangas. | // GONZALO NÚÑEZ / fRAN g. sAS

El envejecimiento demográfico de toda Galicia en general y de O Morrazo en particular queda patente año tras año cuando salen a la luz los datos del padrón. Ayer mismo el Instituto Galego de Estatística (IGE) hizo público el movimiento natural de la población hasta mediados del 2023, constatándose tres ejercicios seguidos de descenso del número de vecinos en la comarca. En total, en estos momentos hay 82.242 personas empadronadas en Bueu, Cangas, Marín y Moaña, lo que supone 1.003 menos que en la misma estadística del 2011, cuando se alcanzó un pico de 83.305 morracenses. Entonces la población venía en franco crecimiento, pues desde 1991 se habían ganado 4.090 empadronados en dos décadas. Todo se rompió desde el inicio de la década pasada. En los 10 años siguientes se perdieron 878 vecinos, en 2022 la población bajó en 159 y en la primera mitad del año 2023 se perdieron 26 empadronados.

Además, si en estos momentos la media de edad de la comarca se sitúa en 45,3 años por habitante, las proyecciones para el 2037 es que esta media aumente casi seis años, hasta alcanzar los 51,1. O Morrazo será, por lo tanto, cada vez más pequeña y más mayor en términos demográficos, sin que se atisbe una solución realista a corto plazo. La media de Galicia está ahora dos años por encima de la de la comarca, pero en la próxima década la situación tenderá a igualarse.

Por municipios, el IGE constata 11.918 vecinos en Bueu, muy lejos de los 12.350 que estaban empadronados en 2001, a comienzos de este siglo. Los moañeses son 19.314, alejándose cada vez más de la barrera de los 20.000 que estuvo rozando hace dos años, cuando había 19.526 moañeses.

En cuanto a Marín, hace una década superaba ampliamente los 25.300 vecinos y en estos momentos el IGE tiene registrados 24.202 ciudadanos. Eso sí, esta es la única villa que creció en población en 2023, al sumar 175 personas más el año pasado. Cangas, finalmente, es el municipio con mayor potencia demográfica, con 26.808 habitantes, pero inició ya el declive, pues el año pasado contaba con 16 vecinos más.

En cuanto a la estructura por edades, los menores de 20 años apenas representan ya 13.806 morracenses, de los que 7.245 son hombres y 6.561 son mujeres. Esto contrasta con los mayores de 65 años, la edad histórica de jubilación antes de que el Gobierno empezase a exigir más años de trabajo. Son en estos momentos 18.723 los mayores de la comarca que superan esa edad, en su mayoría mujeres, con una mayor brecha de género en beneficio de ellas a medida que se escala en la franja de edad.

El dato más llamativo para entender el envejecimiento de la población está en aquellos vecinos que tienen la suerte de llegar a 90 o más años. En estos momentos son 1.027, y se supera el millar por primera vez desde que se recogen estos datos. Son 306 varones y 721 mujeres.

Hace solo un año había 54 mayores de 90 años menos que ahora y con respecto a 2021, el primera año de salida de la pandemia de COVID-19, esta cifra creció en 74 mayores. Desde 2011 el crecimiento es todavía más grande, pues entonces había 469 personas menos que se acercaban o superaban el siglo de vida.

Esperanza de vida

A comienzos de este siglo, poco más de dos décadas atrás, vivían en O Morrazo solo 323 mayores de 90 años, lo que supone la friolera de 704 menos que ahora.

Esto tiene la enorme lectura positiva de que cada vez los morracenses, en consonancia con el resto de españoles, viven más años y gozan de una de las esperanzas de vida más altas de todo el mundo. No en vano, en estos momentos la esperanza de vida al nacer en Galicia está ya en más de 86 años para las mujeres y en 80 años para los varones.

Por otro lado, se agrava el temor a un colapso de sistemas como el de las pensiones, al crecer cada vez más las capas de personas en edad de jubilación frente a aquellas en edad activa.

La frágil economía local, muy dependiente sobre todo del turismo y los servicios, no ayuda tampoco a atraer mano de obra extranjera que permita vislumbrar un crecimiento del número de empadronados. No en vano, atendiendo a los datos del año 2021, en Marín solo había un 3,2% de población extranjera y aún así es la villa más atractiva para la mano de obra foránea. En Cangas los nacidos fuera de España solo representan el 2,7% de los vecinos. En Moaña son el 1,7% y en Bueu son poco más de uno de cada 100 ciudadanos.

12 años seguidos con más muertes que nacimientos y una brecha cada vez mayor

Este envejecimiento de la población ya se constató en diciembre cuando el IGE desvelaba uno de los datos más alarmantes para la población de O Morrazo, recogido por FARO. Y es que durante 12 años consecutivos se registran más fallecimientos que nacimientos y esta brecha no para de crecer, hasta el punto de que a corto plazo se superarán los 1.000 decesos anuales en la comarca. En concreto la cifra de alumbramientos registrada en 2022 fue la más baja de la serie histórica, con solo 428 nuevos habitantes. En el lado contrario, las defunciones siguen en aumento y por segundo año consecutivo superaron la barrera de las 800. No solo eso, sino que ya se acercaban hace dos años al umbral de los 900 fallecimientos anuales. En 2021 fueron 823 y en 2022 ya se alcanzaban los 870. La inversión es clara con respecto al baby boom que vivía la comarca en los años 70, cuando los nacimientos llegaron a superar en más de un millar a las muertes anuales en la zona. Los mejores datos son de 1977 y 1978, con un saldo vegetativo de +1.168 y +1.164, respectivamente. A partir de 1979 comenzó un declive (+935) y las cifras nunca más volvieron a acercarse al umbral del millar. Como curiosidad, en la estadística sobre el movimiento natural de la población se constata que en 2021 ya hubo más nacimientos de madres solteras que de casadas.

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