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Bueu gestiona el nuevo paseo de Agrelo con un proyecto que costaría 1,3 millones de euros

El concello pedirá a Costas la concesión de los terrenos para buscar financiación y ejecutar las obras | La apuesta es una plataforma única con prioridad para los peatones

Paseo de Agrelo y Portomaior, ayer. | // SANTOS ÁLVAREZ

El gobierno local de Bueu tiene ya en su poder el proyecto de reforma del paseo de Agrelo y Portomaior, una actuación cuyo presupuesto alcanzaría los 1,3 millones de euros y que supondría la recuperación medioambiental y urbana de este espacio. El concello remitirá el documento a Costas en los próximos días para solicitar la concesión administrativa de los terrenos, ya que estos se hallan en dominio público. Será el paso previo para que desde Bueu se opte a diferentes vías de financiación y luego se asuma de forma directa la ejecución de las obras. Es una fórmula similar a la que ya se utilizó con la nave de Petís o con la carpintería de ribeira de Banda do Río.

“La ilusión que tenemos es acometer esta actuación en un futuro inmediato, nuestra idea es que sea inminente”, afirman desde el gobierno local el alcalde y el vicealcalde buenenses, Félix Juncal y Julio Villanueva, respectivamente. El concello ha querido recuperar una iniciativa que ya se había planteado en 2009 pero que nunca llegó a buen puerto. Es ahora, con la posibilidad de concurrir a varias líneas de ayudas –especialmente los fondos europeos Next Generation– cuando se ha decidido apostar con mayor fuerza por un plan que, señalan, “es muy ambicioso desde el punto de vista medioambiental y urbano, con una renovación completa de aquel espacio”.

Recreación del futuro paseo de Agrelo y Portomaior recogida en el proyecto. | // FARO

Las líneas maestras del proyecto apuntan a la construcción de una plataforma única a lo largo de los 786 metros de longitud del paseo, donde se priorizaría a los peatones en convivencia con bicicletas y otros modelos de movilidad. La circulación de vehículos se restringiría de forma importante, quedando reservada únicamente a residentes y servicios. “La vocación con la que nace es la de limitar la presencia de coches en este espacio”, subrayan Juncal y Villanueva. Con todo, la principal idea es la de que paseo y playas queden perfectamente integrados. “Queremos que exista una continuidad del paseo a la playa y de la playa al paseo”, apunta el gobierno buenense, destacando la ruptura con el modelo existente en favor de una uniformización y recuperación ambiental de los espacios “que se han ido degradando”.

Recreación de otro tramo del futuro paseo de Agrelo y Portomaior. FDV

La idea que maneja el gobierno local es que, una vez se haya remitido el proyecto a Costas, presentarlo a la ciudadanía en un acto público para que pueda conocer de primera mano las intenciones del concello para esa zona, al estilo de como se hizo con el proyecto de la biblioteca Torrente Ballester o con el convenio de Beluso.

Humanización y ampliación de las zonas verdes

La peatonalización y el incremento de las zonas verdes son dos de los ejes de actuación del “Proyecto para la recuperación del borde litoral en la playa de Portomaior y Agrelo”, en un plan que contempla habilitar una plataforma única con espacios diferenciados para peatones y vehículos, si bien estos últimos verán su actividad restringida al mínimo. El planteamiento inicial es que solo puedan circular los residentes y ciertos servicios, entre los que se contemplaría el acceso a los aparcamientos privados de la zona. La velocidad se reduciría a los 20 kilómetros por hora para facilitar el uso compartido con la bicicleta.

El modelo es similar al que ya se implantó en la Rúa A Pedra, aunque atendiendo a las características especiales del paseo de Agrelo. También se contemplan zonas ajardinadas y arboladas a lo largo de todo el frente peatonal, reemplazando el hormigón actual.

Gradas de granito junto al centro de interpretación

Uno de los elementos más destacados dentro del proyecto es la construcción de unas gradas de granito que servirían como zona de descanso, a la vez que conectarían directamente la playa con el paseo. Irían situadas enfrente del centro de interpretación y seguirían el ejemplo de muchas ciudades que han apostado por situar este tipo de construcciones junto a lugares de especial valor, bien paisajístico, bien turístico, favoreciendo una mayor humanización. Se crearía así un espacio para disfrutar de las vistas o simplemente descansar.

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