La Federación de Asociacións de Alfombristas Galegos de Arte Efémera (Fagaarte) vive estos días sus momentos más convulsos desde su fundación a raíz de las peticiones de dimisión de su presidente, Manuel Alonso, debido a supuestas irregularidades y “malas prácticas”. El aludido, representante de la Asociación Alfombras de Bueu, rompió ayer su silencio para defender su gestión durante estos años y para, de manera implícita, descartar su dimisión. “Seguiré haciendo lo más me gusta [en relación al alfombrismo] y compartiéndolo con aquellos que lo quieran disfrutar, esté donde esté”, afirma.
El presidente de Fagaarte reconoce que el vicepresidente, Carlos Henrique Fernández, no ha sido cesado de su cargo, pero afirma que tampoco cuenta con representatividad dentro de la federación. Manuel Alonso explica que el vicepresidente se unió a la agrupación como representante de Bueu y en el año 2019 presentó una solicitud de representación a cargo de la Asociación Ondiñas Mainas de Rianxo, que al mismo tiempo interesaba su ingreso en Fagaarte.
El trámite de adhesión de Rianxo a la federación quedó interrumpido por la pandemia y en la asamblea celebrada el 5 de septiembre la asociación rianxeira solicitó su baja de la misma. Esta baja, unida al hecho de que Carlos Henrique Fernández también dejó previamente la Asociación Alfombras de Bueu significaría que el vicepresidente no forma parte de ninguna de las asociaciones integradas en Fagaarte. “No ha sido cesado, pero su representatividad no existe”, asegura Manuel Alonso. Por ello sostiene que Fernández “no tiene ninguna autoridad para hablar de temas internos de la federación de cara al público, ni la representa”. Además le acusa de “usurpar” las redes sociales de la federación y la cuenta de correo electrónico “de modo que envía a los medios información confusa, malintencionada e incluso negando lo evidente”.
El máximo responsable de Fagaarte tampoco comparte las críticas que le achacan una gestión con irregularidades, falta de transparencia, negligencia e incompetencia. “Palabras grandilocuentes pero sin ningún contenido. Es fácil decir que hay irregularidades, pero no hay hechos que lo puedan demostrar. Para ello se contrató a un abogado, para que se pudiesen consultar los temas legales que se quisieran y que asistió a reuniones y asambleas”, argumenta.
Alonso defiende la transparencia con la que ha actuado, “compartiendo todo con los compañeros”, y el trabajo realizado durante estos años, con la elaboración de la alfombra de la ofrenda al Apóstol durante tres años seguidos, la asistencia a diversos encuentros internacionales y la visibilidad aportada a pequeños colectivos sociales. “Todo esto debe ser motivo de una altísima incompetencia, sobre todo por el pago que se recibe”, afirma.
Al respecto de las acusaciones sobre la falta de información sobre las listas de asociados o sobre las cuentas recalca que estas funciones son competencia de otros miembros de la junta directiva, como el secretario y la tesorera.
Precisamente esta semana se convocó una reunión de la junta directiva de Fagaaerte en Bueu, que tenía entre sus asuntos del orden del día aprobar la renuncia voluntaria de la tesorera –María José Bello, de Ames–; el nombramiento para los dos cargos vacantes –vicepresidente y tesorero– y aprobar la renuncia de Rianxo a formar parte de la federación. Desde el sector crítico niegan la posible validez de esa reunión porque aseguran que no acudió la mayoría de la directiva y que no estarían presentes el 51% de los miembros, tal como recogen los estatutos.
En este sentido anuncian que impugnarán cualquier acuerdo o decisión adoptada en esa reunión. “Avisamos al banco de que sin certificación del secretario de acuerdo en asamblea no se puede mover el dinero de la cuenta e informaremos a la Xunta de Galicia de las posibles ilegalidades que se puedan producir”, advierte Carlos Henrique Fernández, que defiende que sigue siendo el vicepresidente. En este sentido, insiste en reclamar la convocatoria de una asamblea en la que se trate la dimisión del presidente y la expulsión de Bueu de la federación. “Esa solicitud está firmada por un tercio de las asociaciones, se remitió por burofax y nos consta que el presidente lo recibió”, concluye.
