Tan solo tres días después de haberse concentrado para protestar por la situación de inseguridad y conflictividad social generada por un joven acusado de múltiples delitos y que reside en As Meáns, vecinos de Bueu se han vuelto a echar a la calle esta tarde para cortar el tráfico, después de que el joven de 24 años que fue detenido el pasado viernes, día 26 de agosto, fuera finalmente liberado.

Pasadas las 20.00 horas, medio centenar de personas se situó en el paso de peatones en el cruce de Pescadoira y As Meáns, en la P0-551, con el objetivo de cortar el tráfico a modo de protesta y de manera pacífica. Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil presentes en el lugar impidieron el acceso de los vecinos concentrados a la calle en la que reside el joven para evitar incidentes.

Tras la protesta, las personas concentradas decidieron emprender una marcha por el centro de la localidad para continuar manifestando su malestar por la situación que están viviendo al grito de "¡Fuera de Bueu!".

El joven está acusado de múltiples delitos, relacionados con robos, agresiones y tráfico de drogas a pequeña escala. Previamente se había detenido a su pareja, que acudió a la Policía Local y tenía una orden de comparecencia judicial pendiente. El pasado viernes, los vecinos llevaron ya a cabo una primera concentración en la que se produjeron algunos momentos de tensión porque en la entrada de la calle exigían su detención.

En el operativo de aquella jornada, los agentes accedieron al domicilio y fue sacado inmediatamente del lugar en un coche de la Guardia Civil, que salió por el otro extremo de la calle de As Meáns. Una salida que fue recibida con aplausos y gritos de júbilo, puesto que muchos de los presentes insistían en acusar al joven de robos, amenazas y agresiones, tanto a personas mayores como incluso a menores de edad. 

 El joven es de etnia gitana y los concentrados quisieron dejar claro el primer día que detrás de su protesta no hay ninguna motivación racista. “El problema no es que sea gitano, sino es un ladrón” o “Los gitanos no son malos”, entonaron en varias ocasiones. Por otra parte, un vecino que reside muy cerca del edificio donde vive Juan J.G. afirmó que “yo llevo dos años viviendo aquí y ya vi a la Policía Local y la Guardia Civil más de 40 veces venir a buscarlo; esas son las que lo vi, pero seguro que hubo más”.