El desorbitado incremento en el precio del gas ha disparado el coste de la factura en la piscina de Bueu, llegando a duplicar las cifras de hace un año, cuando se puso en marcha. Así lo reflejan los datos que maneja el Concello de Bueu, que contabilizan un gasto anual en este apartado de 37.012 euros anuales, con un consumo de 506.510 kilowatios hora al año. Los números se refieren fundamentalmente a la energía utilizada para calentar el agua de la piscina y para la puesta en marcha de la deshumectadora, calificada como “el cerebro” de las instalaciones al encargarse de garantizar de que la temperatura y la humedad estén con los porcentajes adecuados. El agua de las duchas se calentaría gracias a los paneles solares y solo puntualmente se recurriría al gas en momentos en los que la energía solar no fuese suficiente para hacerlo.
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La última factura registrada en el Concello (con periodo comprendido entre el 11 de febrero y el 11 de marzo) asciende a los 5.305 euros, más del doble que los 2.146 euros contabilizados en un periodo similar del año pasado (del 13 de febrero al 5 de marzo). Sin embargo, la cifra supone un importante descenso con respecto a los meses de diciembre y enero, cuando se alcanzaron costes récord en la breve historia de la instalación deportiva municipal. Así, del 12 de enero al 11 de febrero se abonaron 8.010 euros y del 13 de diciembre al 12 de enero 8.232 euros.
“Está claro que en los meses de invierno el consumo en kilowatios se dispara, y este año, además, se estuvo renovando el agua del vaso durante varias semanas y eso implica que hay que hacer un esfuerzo energético para que adquiera la temperatura adecuada”, explica el alcalde buenense, Félix Juncal. El consumo en la última factura fue de 53.726 kilowatios hora, pero en los dos meses anteriores la cifra se había disparado hasta los 81.534 y los 83.856 kilowatios/hora, respectivamente. Son registros tan elevados como los que se contabilizaron en enero, febrero y marzo de 2021, cuando el gasto energético se situó en 73.727, 45.077 y 76.548 kilowatios/hora, respectivamente.
El último recibo fue de 5.305 euros por los 2.146 del mismo periodo de 2021
La principal explicación en el alza de las facturas hay que buscarla, no obstante, en el precio del gas. De enero a septiembre del año pasado el precio del kilowatio/hora era de 0,0354 euros. De septiembre a noviembre experimentó un ligero descenso hasta los 0,0319 euros y subió en noviembre a 0,0512 euros. La mayor subida se ha producido en las tres últimas facturas, con 0,0779 euros, más del doble que en los primeros nueve meses del pasado ejercicio. “Previsiblemente, de mantenerse estos precios de referencia, en este segundo año los costes irán aumentando”, admite Juncal, que vaticina un aligeramiento de la factura en los próximos meses. “La previsión es que con más horas de luz y sol el consumo se reduzca de manera importante”, dice.
El gasto anual asciende a los 37.012 euros con 506.510 kilowatios/hora
Según el informe estadístico de consumo que maneja el gobierno local las cantidades más altas se han abonado en los últimos tres recibos, y hay que irse al recibo de marzo del año pasado para encontrar la siguiente en la lista, con 3.645 euros (y un consumo de 76.548 kilowatios/hora). A partir de ese mes el consumo y los costes fueron cayendo de forma progresiva hasta los meses de verano, en los que la factura no llegó ni a los 1.000 euros. Así fue en agosto del año pasado, con 784 euros, y en septiembre, con 940 euros, dos cantidades que suponen prácticamente la décima parte de lo que pagó en diciembre del año pasado y en enero de 2022. Las cifras de consumo fueron, obviamente, mucho menores. En julio se gastaron 14.560 kilowatios/hora, en agosto 14.845 y en septiembre 18.549.
A pesar de todo, desde el ejecutivo buenense se asegura que el coste del gas está dentro de las cifras previstas, que situaban el gasto energético de la piscina en torno a los 100.000 euros anuales (entre gas y electricidad). Eso sí, Juncal subraya “el acierto de haber apostado por las energías renovables con los paneles fotovoltaicos y térmicos. Los datos no engañan y se ve en la importante reducción en los meses de verano”.