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Las hipotecas firmadas en la comarca en 2021 suben a 415, un 10,5% más que el año anterior

Promoción de viviendas en Castroviejo, en Cangas, que lleva meses instalada y aún no empezaron las obras. | // SANTOS ÁLVAREZ

Aún en la pandemia, pero ya con la vacuna de por medio, el número de hipotecas constituidas en el 2021 subieron en número y en importe respecto a las de 2020 y superan de largo a las cifras de 2019 en cuanto al importe. Es una muestra de normalidad en el mercado. No son las cifras de antes de la crisis de 2008, pero se van manteniendo sin demasiado diente de sierra. El año pasado se cerró con 415 hipotecas constituidas por un importe de 43.103. 875 euros, frente a las 284 del año 2020 por 38.907.696 euros. Es decir, el importe de hipotecas constituidas sube un 10,25% En el año 2019 se constituyeron más hipotecas, 303, para ser exactos, sin embargo el importe fue menor, 22.693,53 euros. Los datos se sitúan por encima de los de 2017, año que se cerró con con 274 hipotecas por un importe de 25.417.774 euros, pero inferiores a los de 2016, con 368 hipotecas constituidas que obligaron a los vecinos de O Morrazo a desprenderse de 29.283.127 euros.

Escaparate con ofertas de viviendas. | // GONZALO NÚÑEZ

Los embargos siguen a la baja. Los despidos, los ERTEs y los cierres de negocios y periodos de pérdidas de ingresos en los autónomos a lo largo de 2021 con motivo de la pandemia no se reflejan en los resultados finales. Los analistas pronosticaban datos peores. El pasado año se cerró con 173 embargos, de los que 76 los llevó a cabo la administración a través de la Tesorería General de la Seguridad Social y 80 por causas judiciales. En 2019 se realizaron 267 embargos, de los que un centenar fueron practicados por la administración y resto fueron embargos judiciales. Las cifras están muy lejos de las de 2014, cuando se habían practicado 626 embargos, cifra que delataba la situación económica en la que vivía el país. En 2017, la estadística nos alejaba de las crisis. Se habían cancelado 727 hipotecas por un importe de 36.701.355 euros y, en 2018, las hipotecas canceladas fueron 445 y el importe 44.649.011,20 euros. Los datos de 2019 arrojaron 423 hipotecas canceladas por un importe de 69.779.122 euros. En este apartado si que se empezó a sentir los efectos de la pandemia. El número de hipotecas canceladas en en 2020 respecto al año anterior fue casi la mitad. Es decir, en 2020 se cancelaron 277 hipotecas por un importe de 50.049,491 euros. En lo que respeta al pasado año, las hipotecas canceladas fueron 424, casi el doble que en 2020 y su importe alcanzó los 62.395.505,73 euros, más también que en 2020.

Otro de los indicadores económicos que se considera relevantes para conocer la salud del mercado inmobiliario es el número de enajenaciones. Sus constantes permiten saber la salud del mercado inmobiliario porque a través de ellas se detectan compras, ventas y donaciones de inmuebles. El año pasado se cerró con 33 fincas enajenadas por actos o contratos en que no media precio por un valor de 690.150,621 euros, 70 fincas rústicas enajenadas por actos de última voluntad por un importe de 3,5 millones de euros y 33 fincas rústicas enajenadas por actos o contratos en los que no media precio, por un importe de 690.150,61 euros. En cuanto a las fincas urbanas, fueron enajenadas por actos de última voluntad 373 fincas, por un valor de 31.655,340,40 euros; 819 fincas urbanas por actos o contratos en los que media precio, por un importe de 66.131.390 euros. y 189 fincas urbanas por valor de 25.889.648,79 euros.

Por lo que se refiere a préstamos constituidos con hipotecas sobre fincas rústicas, su número en 2021 fue de 3 fincas rústicas por un importe de 335.000 euros y 413 en fincas urbanas, por un importe de 42.768.875,38 euros.

Un mercado que no refleja la falta de obra nueva

El préstamo con garantía hipotecaria es una forma de conseguir financiación poniendo una vivienda como garantía del préstamo, mientras que la hipoteca se constituye como la garantía de que se devolverá la de una contraída para financiar la compra de una vivienda. A veces se tiende a confundir uno y otro producto. Y todas esta transacciones se producen en la comarca de O Morrazo cuando en Cangas apenas hay pisos nuevos para vender, cuando la mayoría de las obras son obras menores con relación a viviendas unifamiliares. Apenas hay obra nueva, a pesar de que existe demanda y las constructoras, aunque colocan anuncios en solares que compraron donde muestran lo que va a salir a la venta, no empiezan las obras, como es el caso de las que hay en la avenida de Ourense y en Castroviejo, en la esquina con el vial de acceso al corredor, frente a la rotonda de O Gordo. En Moaña, el mercado inmobiliario sí que se mueve. Hay demanda, pero también hay oferta, gracias sobre todo a la situación de parálisis que vive Cangas.

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