Las aguas fecales de la plaza de abastos de Cangas vierten a la playa de O Señal por la red de pluviales

Así llegan a la playa de O Señal las aguas fecales de la plaza de abastos de Cangas.

Gonzalo Martínez

Mientras la Alcaldía de Cangas emite un bando advirtiendo a los vecinos de su obligación de conectarse a la red de saneamiento, por motivos sanitarios, de protección del medio ambiente y de la calidad del agua de las rías, el Concello incumple flagrantemente su propia normativa, al tener conectados los desagües de fecales de la plaza de abastos a la red de pluviales que desemboca directamente en la playa de O Señal. Los vertidos residuales se producen desde hace años, tantos como lleva el vecindario y el sector del mar, además de distintos grupos políticos, protestando por la situación y exigiendo soluciones, incluso con pintadas a pie del arenal advirtiendo de “marisco contaminado”. Sin embargo, los responsables municipales nunca han concretado, o al menos no han hecho público, el origen de un problema del que también ha alertado –y propuesto sanciones económicas de 1.000 euros- Augas de Galicia y sobre el que se han realizado inspecciones recientes que lo confirman.

El Gobierno local conoce desde hace al menos un año y medio la responsabilidad que se le atribuye. De hecho, en su plan de control de vertidos Augas de Galicia realizó una inspección en el paseo marítimo de Cangas en mayo de 2020, “constatando un vertido de aguas residuales en condiciones inadecuadas a la ría de Vigo procedente de las instalaciones municipales de evacuación de aguas pluviales ubicadas en ese lugar ”. Tres meses después, el organismo autónomo adscrito a la Consellería de Medio Ambiente requirió al consistorio que acreditara las medidas para corregirlo, y el Concello alegó que los aportes denunciados “no proceden de la red municipal”, sino que se trataría de un “aporte fluvial de origen desconocido ”. Añadió que se estaban ejecutando “obras de mejora en la red de saneamiento de la zona, minimizando las filtraciones y las acometidas irregulares ”. Eludió mencionar que alguna de esas acometidas es de la plaza de abastos, como han constatado técnicos municipales y de la UTE que gestiona el servicio del ciclo integral del agua. Incluso hay informes que advierten de que las rejillas que recogen los restos de baldeo y también los baños de la planta superior del mercado de abastos están conectados a una tubería con conexión directa a la playa de O Señal.

Las pruebas de esa situación se han sucedido en los últimos meses. Otro control de vertidos realizado por Augas de Galicia en septiembre de 2020 constata “la continuidad del vertido denunciado”, aunque en esa ocasión “con carga contaminante microbiológica inferior” a la detectada en el anterior muestreo, y en octubre da un plazo de tres meses al Concello para que le informe sobre “la ejecución de las medidas correctoras”. El pasado mes de enero, el Gobierno cangués responde que en los últimos meses se han llevado a cabo medidas de mejora de la red general en las calles Ensinanza, Poio y Fonteferreira, con separativo de pluviales y fecales en el tramo que baja por la Rúa Real hasta el mar, que resolvería el problema, aunque los técnicos de la Xunta corroboran que no es así.

Tuberías de pluviales que arrastran fecales y desembocan en la playa de O Señal, frente a la plaza de abastos de Cangas.   | // G.M.P.

Pintadas en los bancos del paseo marítimo alertando de contaminación en la playa de O Señal / G.M.P.

Desde el Concello se hizo un nuevo intento de evitar la sanción, o al menos de minorar su importe, alegando que la presencia de coliformes fecales no tiene origen conocido y procedería de los "tramos más antiguos de las líneas de saneamiento" de amplias zonas del casco urbano y cuenca sur del municipio, “además de usos privados indebidos”. Pero las explicaciones tampoco convencen a Augas de Galicia, que hace solo unos días –el 14 de octubre– constata que fue enmendada una de las incidencias en la red de saneamiento de la calle Ensinanza, pero “continúan existiendo aportes de aguas residuales fecales a la red de pluviales”. Este periódico comprobó ayer mismo, tras varios días sin llover, cómo salían aguas residuales de las tubería que desembocan en O Señal, entre la plaza de abastos y la Capela do Hospital, e incluso burbujeaban en medio de la arena.

La alcaldesa negocia con la UTE las obras necesarias para solucionarlo

Aunque en las sucesivas respuestas a los requerimientos de Augas de Galicia el Concello de Cangas rechaza responsabilidades en este asunto, la alcaldesa, interpelada por este periódico, reconoce ahora que "el problema existe" y tiene intención de solucionarlo. Para ello pretende llegar a un acuerdo con la empresa que gestiona el servicio del agua para sufragar y ejecutar las obras de canalización necesarias, aunque antes deben delimitar las competencias y responsabilidades de cada parte. Según Victoria Portas, la UTE Gestión Cangas argumenta que el Concello tiene que asumir los trabajos que se hagan “puertas adentro”, y la concesionaria se encargaría de realizarlos en la vía pública. La regidora dice que no tiene razón de ser que el proyecto se ejecute por separado y ha pedido a los representantes de la UTE un plan de actuaciones conjunto con presupuesto y cronograma. Espera noticias para “ponerse a trabajar cuanto antes”, evitando con ello más daños medioambientales y exponerse a nuevas multas de la Xunta.

Los vertidos contaminantes asedian desde hace tiempo el frente marítimo cangués. Solo en su tramo urbano, a los de O Señal se suman los detectados en la estación marítima, atribuidos también a una conexión directa de fecales a la red de pluviales, o los llegados a la playa de Rodeira desde los ríos Saíñas y Bouzós, que obligaron a cerrarla al baño en verano. Los vertidos contaminantes asedian el frente marítimo cangués. Solo en su tramo urbano, a los de O Señal se suman los detectados en la estación marítima, atribuidos también a una conexión directa de fecales a la red de pluviales, o los llegados a la playa de Rodeira desde los ríos Saíñas y Bouzós, que obligaron a cerrarla al baño en verano.

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