El portavoz del PP de Cangas, José Enrique Sotelo, no quiere pasar por alto la visita que la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, realizó al tramo acabado del Camino Real en Moaña, desde O Con hasta el límite con Cangas, para destacar nuevamente su rechazo a esta obra, que “más que unir, desune, sobre todo en Cangas”. Asegura que el trazado de este camino, de preferencia peatonal y de bicicleta, ha generado problemas en donde antes no los había, como en el cruce del colegio Casa de la Virgen, en Rodeira, en donde se ha impedido el aparcamiento de los vehículos de las familias que acudían para dejar o recoger a los niños, debido al taponamiento que se producía, y se ha obligado a aplicar el método del “bica e arrinca” que se implantó en el camino escolar seguro de Tirán, del mismo autor que el Camiño Real, que consiste en dejar a los niños y arrancar el coche, algo que no convence a los padres.
El pintado en azul de la zona de preferencia peatonal en el trazado del camino, recuerda el PP, dejó sin espacio la calzada, por lo que desde el Concello se vieron obligados a realizar correcciones en el sentido de la circulación, a mediados de junio, cuando la clases escolares todavía no habían concluido. Uno de los cambios afectó al acceso hacia el colegio desde la avenida de Ourense, que quedó prohibido, excepto para residentes, por lo que la llegada en coche a la Casa de la Virgen se tiene que realizar dando un rodeo por el Camiño Vello desde el cruce de la PO-551 en Santo Domingo, que para nada ha ganado el calmado de tráfico que marca la filosofía del proyecto del Camino Real y que motivó las quejas de los vecinos.
De igual forma, el acceso a la punta de la playa de Rodeira se tiene que realizar desde este mismo Camiño Vello en sentido a la rúa Garita, que sigue de doble sentido, pero sin espacio. En la punta se ha establecido una zona de aparcamiento y se ha limitado la circulación solo para residentes en el denominado Camiño da Garita, en donde la señal aparece caída en muchas ocasiones, como medida de protesta.
Sotelo asegura que el caos que el Camino Real generó en esta zona de Rodeira, también se produce en la de A Pedreira, “en donde no se sabe por dónde ir y no se ha ganado en seguridad”. El portavoz del PP cree que con los 600.000 euros de inversión que costó el Camino Real en Cangas se podrían atender otras necesidades.
Recuerda también la situación de las canastas de baloncesto que se han colocado tanto en Moaña como en Cangas, lindando con fincas en donde caen las pelotas con las que supuestamente los diseñadores del camino invitan a jugar a los pequeños.
