Giro de timón con respecto a la zona peatonal de Banda do Río, en Bueu. El gobierno local BNG-ACB convocó ayer a representantes de los hosteleros y de los vecinos para comunicar la decisión adoptada tras escuchar a las dos partes durante los últimos días. Finalmente sí habrá cierre peatonal, que ya comenzó ayer mismo, pero los locales no podrán colocar las terrazas ni en la zona del paseo ni en las aceras. El objetivo es “conciliar” los intereses de las dos partes y mantener libres los espacios para poder caminar y pasear por el céntrico barrio bueués.
La implantación de la zona peatonal para los meses de verano se materializó ayer mismo. Estaba previsto para las 20.30 horas, pero fue con algo de retraso debido a problemas de última hora. Aún así a las 22.00 horas se colocaron las vallas. Durante los fines de semana y festivos el cierre será antes, a partir de las 14.30 horas. Los hosteleros estarán autorizados a colocar las terrazas en la calzada, pero no en las aceras ni en el espacio del paseo. De esta manera se quiere garantizar un uso abierto del espacio público. Los residentes y los servicios podrán acceder en vehículo al barrio y, durante el horario de cierre, ese acceso será a través de la calle Alexandre Bóveda. También estará permitido el acceso a personas que acudan a recoger comida a alguno de los locales de hostelería. En el tramo entre el estanco y el callejón de la panadería A Bicha se habilitará un espacio de aparcamiento para residentes y servicios. Desde el Concello recomiendan a quienes acudan a recoger comida a alguno de los locales que conserven el tique de compra para poder justificar el acceso y evitar ser multados.
La puesta en marcha del cierre peatonal no afecta al aparcamiento ubicado en el antiguo aserradero, que seguirá abierto como un estacionamiento disuasorio para evitar que los vehículos accedan al interior del barrio. “Adoptamos una decisión que garantiza los derechos del conjunto de colectivos del barrio”, afirman el alcalde y el vicealcalde, Félix Juncal y Julio Villanueva, que estuvieron presentes en la reunión de ayer. Ambos hicieron un llamamiento a “cumplir estrictamente” con las medidas acordadas y facilitar “un espacio vivible y amable, en el que se limite el acceso de vehículos innecesarios y se priorice a las personas”.
La reunión de ayer sirvió para poner encima de la mesa las medidas que se adoptarán para intentar controlar el botellón. Por un lado, habrá mayor presencia policial y se espera la colaboración de la Guardia Civil, que tiene las competencias en seguridad ciudadana. Por otro lado, desde este mismo fin de semana se reforzará la limpieza en el barrio. Además del personal municipal habrá un retén contratado a través de Urbaser, que se encargará de baldear y limpiar las zonas más sensibles durante las mañanas de los domingos.
