Un "Miguel" poco travieso

El viento comenzó a arreciar poco antes del mediodía. Los trabajos de conversión del corredor en autovía se habían limitado y suspendidas las tareas de asfaltado de las nuevas vías. No era el momento. Pero el viento arremolinado, al mediodía, llegaba solo, sin la compañía de la lluvia, que aún tardó en llegar.

El Grupo de Emergencias Municipal de Cangas estaba en alerta, con más efectivos de los habituales, pero el trabajo no fue a destajo. Pasaban de las 13.00 horas cuando en Cangas saltó al alerta de que el viento había tirado unos árboles en la bajada a Areamilla. Mientras tanto, en el mar seguía la tranquilidad.Aún con la marea baja, los barcos circulaban con normalidad y el transporte de ría entre Cangas-Vigo no se había suspendido. No había órdenes de la Xunta de paralizar el transporte marítimo. Por la mañana temprano, cuando a "Miguel" aún le faltaban horas por llegar a la costa, los navalleiros salieron del puerto de Cangas para ir a faenar cerca de las Cíes, como también salieron los barcos del marisqueo a flote, aunque la mayoría de los de enmalle quedaron amarrados a puerto. Los percebeiros no salieron.

Mar de Ons realizó el transporte marítimo durante todo el día con normalidad. Solo suspendió los viajes a Cíes. La empresa Navia sí que suspendió a las 14.00 horas el transporte de ría entre Moaña y Vigo, que permaneció cerrado ya durante el resto del día.

Ya por la tarde, el Grupo Municipal de Emergencias de Cangas se tuvo que trasladar a O Hío, concretamente a la escuela infantil Galiña Azul, para retirar los toldos que estaban haciendo efecto vela debido al viento que aún era fuerte a primera hora de la tarde y que después prácticamente se calmó. En Aldán, pero de mañana, hubo que sujetar unos contenedores en el muelle que iban directos al mar.

En Moaña, los empleados municipales tuvieron que retirar árboles caídos en A Xunqueira y un cable del tendido telefónico en la bajada al camping de Tirán, mientras que hubo que retirar otro árbol caído en la playa de O Lazareto, también en Tirán y la habitual inundación en la finca Casa Durán, aunque no fue a mayores porque las precipitaciones no fueron constantes. A partir de las 16.00 horas comenzaron a abrirse claros y el viento calmó.

En Bueu, el jefe de Policía señala que se valló un edificio en el número 72 de Pazos Fontenla al caer cascotes a la acera.