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La piscina de Cangas abre con 150 inscritos y la previsión de superar un millar para ser rentable

Decenas de personas usaron las instalaciones en su primer día de funcionamiento tras el paréntesis estival -"Herdamos un morto que hai que rentabilizar", reconoce el alcalde

Dos personas haciendo uso de las máquinas del gimnasio. // Santos Á.

Con una discreta afluencia de bañistas y algo más de 150 usuarios registrados (con la matrícula y la mensualidad pagadas), la piscina municipal de Cangas, A Balea, abrió ayer sus puertas de forma estable y la previsión de alcanzar el millar de clientes para poder cubrir los gastos que desembolsa el Concello, según cálculos del edil de Deportes, Xoán Chillón, que alude al consumo eléctrico y de gas que se utiliza para calentar el agua como principales cargas presupuestarias. Aunque solo unas decenas de personas utilizaron las instalaciones durante la primera jornada, en el registro de preinscritos facilitado a la empresa por la Fundación Cangas Deporte figuran 603 interesados que los promotores confían en incorporar "gradualmente".

La temperatura del agua, "algo fría" para el gusto de los usuarios más madrugadoras, y la escasez de mobiliario o de colgadores en los vestuarios, fueron algunas de las carencias reseñadas y que el Concello también prevé paliar conforme a las posibilidades económicas. Chillón señaló que ayer se registraron 40 altas y el Concello confía en que ese ritmo continúe en las próximas semanas para ayudar a cubrir los "algo máis de 18.000 euros ao mes" que cobra la empresa a la que tienen contratado el servicio, "cando co anterior gobierno, presidido por Sotelo, subía de 22.000 euros", asegura el alcalde, Xosé Manuel Pazos, que aprovechó el cierre de las instalaciones a mediodía (entre las dos y las cuatro de la tarde) para visitarlas e intercambiar impresiones con sus gestores.

Los responsables municipales fijan "entre 800 e 1.000" el número de abonados necesarios para afrontar los gastos de suministro, aunque la cifra para autofinanciarse estaría por encima de los 1.200 usuarios al corriente de pago. Un objetivo "complicado", estiman, pues supondría duplicar el número de usuarios de la piscina de Moaña, ya consolidada y con buenas críticas, según reconocen desde el municipio vecino.

El contrato de servicios suscrito tiene una vigencia de diez meses, por importe global de 180.895 euros, y se prorrogará por igual período si ninguna de las partes lo denuncia. La UTE Balea-Cangas se encarga de los aspectos docentes, técnicos y de las actividades deportivas en la instalación, aunque cobrará lo mismo del Concello con indiferencia del número de usuarios de las instalaciones. En función de los resultados cosechados en este tiempo, el gobierno tripartito se planteará mantener la fórmula o incluso estudiar su concesión, ya que el Concello está atado a la hora de municipalizarlo porque no puede hacer contrataciones debido al cumplimiento del plan de ajuste financiero.

"Herdamos un morto que debemos rentabilizar", recalcaba ayer el alcalde en su visita a la piscina municipal, aunque confía en que el servicio despierte el interés de los ciudadanos y se vayan compensando los ingresos y los gastos de forma paulatina, ya que cualquier beneficio se reinvertiría en las propias instalaciones. Si la fórmula no da los resultados esperados, "optaríase pola concesión" a una empresa, repite Xosé Manuel Pazos.

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