Cada 16 de agosto la parroquia de O Hío vuelve al siglo XIV para rememorar una danza ancestral en la que participan 16 bailarines de la zona. La llamada "Danza do Hío" o "Danza dos peregrinos" se celebra hoy en las fiestas en honor a San Roque.

Para indagar sobre el origen de esta ancestral danza hay que centrarse en dos hipótesis distintas. Según la primera, este acto se realiza para agradecer al santo la curación de la peste que asoló a toda la comarca. La segunda dice que es una danza que realizaba la gente del pueblo para imitar los bailes que hacía la nobleza local. Sea cual sea el origen de este baile, los vecinos de O Hío llevan ya siete siglos conservando esta tradición, que está fue declarada Festa de Interese Turístico Galego.

Al finalizar la misa solemne, que empieza a mediodía, las imágenes de San Andrés, patrón de O Hío, y San Roque salen en procesión. Pero primero se sitúan en uno de los laterales del atrio, mientras que en la puerta del templo permanece la Cruz. Y bajo este escenario comienza la danza. Las 16 personas que la componen son hombres, la mayoría de los cuales fueron prometidos por sus familias para mantener viva esta tradición.

Los diez "galáns", las cinco "damas" (un papel que asumen los niños), y el "guía de Damas" se preparan para realizar la primera parte de la danza. Los protagonistas bailan entonces ante la imagen de la Cruz para girarse luego a realizar la venia ante las imágenes de su patrón, San Andrés, y de San Roque.

Los bailarines no vuelven a aparecer hasta que regresa la procesión, que realiza el tradicional recorrido desde el Cruceiro de O Hío hasta el bar Pereiro. Una vez de vuelta a la iglesia, y antes de ser trasladados de nuevo al interior del edificio, se realiza la danza entera, acto con el que culmina la celebración. Esta tradicional danza se repite otra vez por la tarde, al finalizar la misa que tendrá lugar sobre las siete.

Durante el día de ayer los bailarines realizaron un ensayo público en una casa de la parroquia, acto que congregó a numerosas personas. Pero no fue el último ensayo: ese será hoy mismo, a las once de la mañana, en el mismo sitio y también con carácter abierto.