Las autoescuelas de la provincia pierden un 70 por ciento de alumnado por la crisis

Que la crisis golpea a todos los sectores no es un secreto, y el de las autoescuelas tampoco es ajeno a la coyuntura económica. Las autoescuelas de la provincia han perdido un 70 por ciento de su alumnado en los últimos tiempos a causa de la crisis. Así lo asegura Antonio Bugallo, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Pontevedra, que vaticina que "será difícil aguantar hasta final de año si esto continúa así".

Con este negativo horizonte en ciernes, el colectivo celebró ayer en Bueu su concentración anual, en el que participaron unas 200 personas, y que contó con invitados especiales como el presidente de la Federación Nacional de Autoescuelas, José Miguel Báez; y el presidente de la Federación Gallega, José Manuel López Marín.

La situación del sector, obviamente, fue una de las cuestiones que estuvo sobre la mesa. "Normalmente estos meses suelen ser buenos para nosotros, pero este año no lo ha sido y sigue sin serlo. Puede ser una criba para muchos", dice Bugallo. El presidente provincial apunta que "este año han cerrado cuatro o cinco empresas y alguna otra ha cambiado su estructura, ha sido absorbida o trabaja sólo media jornada. Hay mucho centro para tan poco alumnado. Y quizá en Pontevedra no estemos tan mal comparándonos con el sur de España". Pese a todo, el dirigente tira de resignación y subraya que "no es el mejor momento ni para abandonar ni para vender, así que intentaremos capear el temporal y animar a todos".

La jornada de ayer tenía como objetivo hablar de cuestiones que afectan al sector, compartir experiencias, pero también disfrutar de un día con los compañeros de profesión en una asociación que reúne a 179 empresas, la práctica totalidad de las existentes en la provincia. "Es una iniciativa que desarrollamos todos los años y esta vez elegimos Bueu porque nunca estuvimos aquí y queremos ir rotando por los diferentes municipios para que se note la presencia del colectivo", afirma Antonio Bugallo.

La concentración comenzó por la mañana en el puerto de Bueu, adonde llegaron vehículos procedentes de todos los puntos de la provincia de Pontevedra. Los asistentes al evento visitaron el Museo Massó y posteriormente acudieron a una misa en la capilla de San José. Más tarde, la comitiva se desplazó al restaurante Loureiro, en donde compartió mesa y mantel e instaló su campamento base. En la carpa colocada para la ocasión había una exposición en la que, entre otras cuestiones, podían verse tres vehículos a gas y otro especialmente adaptado para personas con minusvalía.