Nueva jornada de protesta contra el Catastro a las puertas del Concello de Moaña, cerrado por tercer día consecutivo para impedir el encierro vecinal. Nueva concentración ruidosa y nuevo corte de tráfico en los pasos de peatones. La historia de las últimas tres jornadas se repite, y los cerca de 250 vecinos que anoche se reunieron ante el consistorio volvieron a expresar su malestar con una pitada y una cacerolada, y con pancartas críticas hacia los mandatarios municipales.

Durante la protesta, el portavoz del PP intentó acceder al concello con la excusa de reunirse con unos representantes vecinales y permitir así el acceso de los concentrados, pero tras dialogar unos minutos con la Policía Local, volvió a reunirse con los manifestantes ya que sólo se le permitía la entrada al él. "Somos el partido más votado y no nos dejan ejercer nuestra labor de oposición y control", se lamentó después. Anunció así su intención de pedir asesoramiento jurídico "para ver hasta donde podemos llegar, como si hace falta acudir al Constitucional", y adelantó que hoy presentarían una denuncia "por registro".

Tal y como había hecho el día anterior, megáfono en mano, José Fervenza animó a manifestarse a "todo Moaña de una vez para siempre" porque, dijo, "están coartando nuestras libertades de trabajo y de expresión". Sus palabras fueron recibidas con aplausos y con gritos de "por la mañana, por la mañana" en referencia a la certeza de que el encierro sería así factible.

Al igual que el líder popular, varios vecinos tomaron la palabra con anterioridad para hacer pública su opinión. La primera fue la portavoz de la Plataforma contra el catastrazo, Mª Eugenia Miguel Juncal, quien arremetió contra el portavoz socialista, Víctor Pastoriza. "Dice que no está a disposición de los vecinos que hicieron ruido y no dejaron hablar en el pleno; primero que tenga educación y luego le dejaremos hablar", afirmó. También auguró que "en las próximas elecciones lo vamos a dejar sentadito en su casita". Muy cerca, una pancarta aludía al edil de Servizos, al que invitaban a buscar las llaves y a abrirles la puerta a los vecinos.

En otra intervención se hizo referencia a que más de la mitad de los ciudadanos de Moaña no habían sido notificados por Catastro y que ahora les querían cobrar por ese documento. "¿Qué movida hay detrás de esto?, ¿quién tiene la culpa?", se preguntó este vecino. Le siguió en el turno de palabras el presidente de la Asociación de Veciños de As Pagonas, Antonio Pastoriza, quien reprochó al alcalde que en su día consintiera otros encierros y dudó así de que todos los moañeses tuvieran los mismos derechos. También recordó la participación del ahora edil de Urbanismo, Valentín Piñeiro, en varios cortes de tráfico en A Guía, y acusó a la federación vecinal "A Chamusca" de no apoyar a los que se oponen al Catastro porque, afirmó, "están bajo el control del BNG".

Pastoriza propuso dar a las movilizaciones "un tiempo muerto hasta el lunes" para que, si antes no se convoca el pleno extraordinario solicitado por el PP, acampar ese día en la plaza del concello y antes de que cierre el consistorio, acceder para iniciar el encierro. Sin embargo, los presentes reiteraron su intención de seguir concentrándose a diario, y así lo harán, cuando menos, esta misma tarde a partir de las ocho.

Como el día anterior, la protesta finalizó con la ocupación de los pasos de peatones y el consiguiente enfado de los conductores. Incluso hubo un pequeño enfrentamiento con una conductora que pedía paso para poder ir a Urgencias.

Las movilizaciones ampliarán hoy su radio de acción, ya que la Plataforma desplegará a un pequeño grupo de vecinos a la sede del Patronato Beiramar para comprobar si su presidente, Arturo González, suspende también la xunta de goberno prevista para esta tarde "y así deja de cobrar los 300 euros" que le corresponden por reunión.