Ruptura diplomática

México pide la expulsión de Ecuador de la ONU por el ataque contra su embajada en Quito

Tras la presentación de la petición, los dos países deberán exponer en los próximos meses sus argumentos

La ministra de Exteriores de México, Alicia Bárcena, durante una rueda de prensa este jueves.

La ministra de Exteriores de México, Alicia Bárcena, durante una rueda de prensa este jueves. / JOSÉ MÉNDEZ / EFE

Abel Gilbert

México reclamó este jueves a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que Ecuador sea expulsado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mientras no se disculpe públicamente de la decisión de asaltar su embajada en Quito y agredir a su personal diplomático en el marco de una operación de captura del exvicepresidente Jorge Glas. "Los reclamos son muy contundentes: primero, juzgar y declarar que Ecuador es responsable del daño que las violaciones de sus obligaciones internacionales han causado y siguen causando a México", señaló la ministra de Exteriores, Alicia Bárcena.

Con estas medidas, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, busca "poner a prueba el sistema multilateral". El Gobierno quiere que lo ocurrido el pasado viernes no quede en el olvido y siente un precedente para que no se vuelva a violar la Convención de Viena. "Es tan importante evitar la repetición de estos casos que la Corte Internacional de Justicia podrá presentar la expulsión del Estado que viole el derecho internacional de manera rápida y expedita ante el Consejo de Seguridad de la ONU, evitando el veto de sus miembros".

La ministra recordó que la CIJ tiene competencia para dirimir disputas entre Estados y puede ir más allá de las condenas que ya han formulado la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

Tras la presentación de la petición, los dos países deberán exponer en los próximos meses sus argumentos. Por el momento, México le exige a Ecuador que garantice la protección de la embajada, completamente desocupada en virtud de la ruptura de las relaciones bilaterales. La ministra remarcó que en virtud de este quiebre se encuentra suspendido el intercambio comercial. En 2023, México vendió a Ecuador prodictos por 596 millones de dólares e importó por 368 millones de dólares.

Bárcena informó que México analiza la posibilidad también de interponer eventuales acusaciones de tipo penal contra los funcionarios ecuatorianos involucrados en las decisiones que llevaron a atacar la legación diplomática donde Glas había sido recibido. El Gobierno de López Obrador subrayó que sigue considerando al exvicepresidente como asilado político.

En medio de la tormenta política externa e interna, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, viajó a Estados Unidos alegando razones personales. Antes de partir, y anticipándose a la petición formulada por Bárcena, el Ministerio de Exteriores de Ecuador llamó a su par mexicana a iniciar conversaciones para restituir "las relaciones de confianza" mutua. Ese gesto fue considerado a medias por la contraparte, ya que Ecuador al mismo tiempo ha lamentado el pronunciamiento de la OEA. A su criterio, México "también cometió una serie de violaciones al derecho internacional".

Huelga de hambre de Glas

Con este trasfondo Glas ha iniciado una huelga de hambreen la cárcel La Roca en Guayaquil, donde fue enviado tras su captura policial. Su abogada, Sonia Vera, se ha comunicado con el exvicepresidente por videollamada. Glas relató cómo fue "apaleado" por los policías. "Cuando me sentaron yo me desvanezco, me dicen ¡levántate, levántate!".

La conversación ha tenido lugar días después de que el estrecho colaborador del expresidente Rafael Correa fuera hospitalizado de emergencia en medio de rumores sobre un intento de suicidio. Según el líder de Revolución Ciudadana (RC), actualmente en el exilio, a Noboa "no le importó sacrificar a su propio pueblo por afanes electorales". El 25 de abril Ecuador celebrará una consulta popular en la que el Gobierno busca allanar el camino para reformas judiciales, políticas y económicas. De cara a ese plebiscito, el correísmo se ha lanzado a una decidida oposición tanto en el Congreso como en las calles.