Sin lugar a donde ir

Egipto construye una zona de seguridad amurallada en la frontera con Gaza

El Cairo lleva días allanando una explanada de 21 kilómetros cuadrados rodeada por muros de siete metros de altura que podría acoger a 100.000 desplazados como parte de su plan de contingencia por la inminente invasión terrestre israelí de la hacinada Rafah

Palestinos desplazados pasan junto a tanques del ejército israelí cerca de la frontera con Egipto.

Palestinos desplazados pasan junto a tanques del ejército israelí cerca de la frontera con Egipto. / efe

Andrea López-Tomàs

Primero, los bombardeos. Luego, las incursiones terrestres del Ejército israelí. Eran pruebas más que evidentes de que la población de la Franja de Gaza no tiene a dónde ir para sobrevivir. Y ahora, por si existían dudas, las imágenes que llegan desde Egipto acaban de constatar esta realidad. Las fotografías satelitales muestran que El Cairo está construyendo un muro fortificado al aumentar los temores por una inminente invasión terrestre israelí de la ciudad sureña de Rafah. Esta operación militar forzaría al desplazamiento de casi un millón y medio de desplazados, algunos de los cuales podrían asaltar la frontera en su enésimo intento de salvar la vida. Pese a oponerse al desplazamiento forzado de los gazatís, Egipto lleva días preparándose para este escenario que Israel parece a punto de forzar. Se trata de otro muro más que asfixia al pueblo palestino.

El muro alcanzaría los siete metros de altura. Eso ha podido descubrir la Fundación Sinaí para los Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido. Los vídeos que ha compartido con The Washington Post muestran cómo, en los últimos diez días, camiones y excavadoras han estado limpiando escombros de un terreno de aproximadamente 21 kilómetros cuadrados. Rodeados por muros de hormigón y lejos de cualquier asentamiento egipcio, se despliega una amplia explanada como principal elemento del plan de contingencia egipcio. Si un gran número de palestinos logran cruzar a Egipto, se quedarían en esta zona fronteriza que podría albergar a más de 100.000 personas y a la cual ya ha llegado un gran número de tiendas de campaña, según funcionarios egipcios que han hablado con el Wall Street Journal.

"Una especie de pesadilla egipcia"

“Las obras de construcción vistas en el Sinaí a lo largo de la frontera con Gaza son señales serias de que Egipto podría estar preparándose para aceptar y permitir el desplazamiento del pueblo de Gaza hacia el Sinaí, en coordinación con Israel y Estados Unidos”, ha dicho Mohannad Sabry, investigador especializado en el Sinaí y la seguridad egipcia, a la Fundación Sinaí. Esta construcción de un perímetro de seguridad reforzado podría estar listo en apenas 10 días, según las informaciones compartidas con varios medios por este grupo. Las autoridades egipcias han utilizado el terreno de la población de la Rafah egipcia que fue desplazada por la fuerza y sus casas fueron demolidas durante la guerra contra el terrorismo de Estado Islámico en la zona. Todo este proyecto se está desarrollando bajo fuerte presencia de seguridad egipcia.

Un territorio desde el final de la frontera de Gaza hasta el mar Mediterráneo se convertiría así en el enésimo refugio para decenas de miles de palestinos. Por el cruce de Rafah, está entrando de manera casi exclusiva la mínima ayuda humanitaria que consigue acceder al enclave. En repetidas ocasiones, Israel ha expresado su intención de apoderarse del Corredor Filadelfia, la zona fronteriza fortificada entre Gaza y Egipto, con el objetivo de asegurarlo. Cairo ya ha avisado que una acción así pondría en peligro el tratado de paz que ambos países firmaron hace 45 años. La semana pasada, varias fuentes de seguridad egipcias informaron a Reuters del envío de unos 40 tanques y vehículos blindados de transporte de personal al noreste del Sinaí como parte de una serie de medidas para reforzar la seguridad en su frontera. “La posibilidad de un desbordamiento, una especie de pesadilla egipcia, está ante nuestros ojos”, ha dicho el jefe de ayuda humanitaria de Naciones Unidas, Martin Griffiths.

Presión nacional e internacional

Estados Unidos no financia campos en Egipto para palestinos desplazados”, ha dicho un portavoz del departamento de Estado a Reuters este viernes. Pese a la oposición global a una incursión terrestre israelí en Rafah, el primer ministro, Binyamín Netanyahu, sigue convencido de su necesidad por tratarse del “último bastión” de Hamás. Pero allí la situación humanitaria ya es trágica, con su población multiplicada por seis desde el inicio de la guerra hace cuatro meses que ha matado a 28.775 palestinos. Los 1,4 millones de desplazados sufren la falta de refugio, alimentos, agua y medicinas. La semana pasada, Netanyahu sucumbió a la presión y ordenó al Ejército un plan para evacuar a los civiles de Rafah, que aún no ha llegado.

Mientras, en el terreno diplomático, Israel se ha retirado de las conversaciones mediadas por EEUU, Egipto y Qatar con Hamás porque afirma que las demandas del grupo palestino son “ridículas” por incluir su retirada de Gaza. Los familiares de los rehenes israelíes lo ven como un abandono a sus seres queridos y se han encadenado a las puertas de la base militar de Kirya, en el centro de Tel Aviv, donde se suele reunir el gabinete de guerra encabezado por Netanyahu. Quieren que su gobierno vuelva a las negociaciones para devolver a casa al centenar de cautivos, un tercio de los cuales están muertos.