Ultimátum de la pesca a la UE: la flota se extinguirá si no hay “medidas decisivas”

A un mes de elecciones, el sector exige una “revisión quirúrgica” de las políticas para asegurar la soberanía alimentaria y creer en la ciencia ante la “brujería medioambiental”

Pesqueros de pequeño porte en el puerto de O Berbés (Vigo)

Pesqueros de pequeño porte en el puerto de O Berbés (Vigo) / Marta G. Brea

Europa tiene menos barcos cada día que pasa, menos profesionales que se dedican a trabajar el mar y, por ende, menos producción pesquera. No es algo nuevo, es una realidad que el sector lleva advirtiendo años, asegurando repetidas veces que la soberanía alimentaria de los Veintisiete está en juego. El ejemplo más ilustrativo son los datos del informe The EU Fish Market, publicados el pasado mes de noviembre y relativos al 2022. Solo ese ejercicio, la UE gastó más de 30.000 millones de euros en pescado procedente de terceros países. Si se compara con lo que exportamos, por cada euro de pescado que vendimos al exterior apoquinamos cuatro para comprar pescado foráneo. La flota comunitaria advierte sentirse “acorralada” por el sinfín de restricciones que durante las últimas legislaturas, y en concreto la actual, no han cesado en su empeño de regular la actividad, a la par que sigue permitiéndose –y aumentando– la entrada masiva de un producto extranjero que en muchos casos no cumple ni una décima parte de los requisitos aquí exigidos al sector. De ahí que, a un mes de que se celebren las próximas elecciones europeas, la pesca española urja reflexionar sobre el modelo pesquero que la ciudadanía quiere a futuro.

¿Queremos tener flota o dejar en manos de otros nuestro abastecimiento? Esa es la pregunta que la Confederación Española de Pesca (Cepesca) lanzó ayer para tratar de concienciar a la sociedad. A su juicio, los parlamentarios que sean elegidos mediante sufragio “asumirán una enorme responsabilidad” para que la Unión defina su proyecto en un entorno geopolítico “marcado por la inestabilidad y las incógnitas”. “Europa deberá adoptar medidas decisivas en ámbitos estratégicos”, señaló en una nota, citando entre ellos a la alimentación.

La pesca española, que denuncia que los pescadores viven “presionados y arrinconados por la obsesión verde europea”, avanzó este miércoles que iniciará una ronda de contactos con los representantes de los partidos que concurren a los comicios para trasladarles sus preocupaciones, así como para enseñarles las propuestas y demandas que consideran vitales a la hora de encarar el nuevo ciclo. Entre esas peticiones, el sector cree que la Política Pesquera Común (PPC) precisa una “revisión quirúrgica” con un prisma profesional “capaz de reequilibrar sus objetivos y reforzar las dimensiones socioeconómicas”.

En este sentido, Cepesca solicitará que se vuelva a confiar en los datos científicos “frente a la brujería medioambiental extrema que parece haber hechizado a buena parte de los parlamentarios” y, en concordancia con esta cuestión, que se lleve a cabo “una revisión urgente” del veto a la pesca de fondo en las 87 áreas del Atlántico Norte. A ojos de la Confederación Española de Pesca, la presión de ciertas corrientes ecologistas ha llevado a la UE a “autolesionarse”, imponiendo cierres de zonas a la actividad pesquera “sin base científica apropiada”.

Un comisario de Pesca

El sector, que se muestra muy crítico con el legado que deja el todavía comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, considera indispensable que para la próxima legislatura haya un comisario de Pesca, centrado en esta materia en exclusiva y que se vea apoyado por la figura de un Vicepresidente Ejecutivo de Soberanía Alimentaria. Los tiempos actuales requieren que la UE “refuerce” su producción de alimentos primarios, manifestó, haciendo hincapié en otras prioridades como “que se facilite la plena circulación de los trabajadores europeos de la pesca en la UE” o “abordar el proceso de descarbonización de la flota”.

En una entrevista con FARO publicada recientemente, el presidente de Cepesca, Julio Morón, aseguraba que la legislatura europea que está a punto de concluir ha estado determinada por “el impacto que están teniendo todas las medidas aplicadas durante este periodo, que han ido en contra de la actividad”. “La falta de revisión de la PPC y el aumento del Reglamento de Control demuestran que ha habido muy poca voluntad por hacer una política más eficaz y que promueva la estabilidad y la viabilidad económica de la flota”, evidenció.