La visión artificial arriba al gran cerco atunero para revolucionar su gestión

Pevasa instala un sistema pionero en el “Playa de Ris” dentro del proyecto “Everyfish”

Servirá para estimar automáticamente la captura total y su composición por especies

El atunero “Playa de Ris”,  propiedad de Pesquería Vasco-Montañesa, Pevasa, surcando el Índico.

El atunero “Playa de Ris”, propiedad de Pesquería Vasco-Montañesa, Pevasa, surcando el Índico. / Cedida

Pesquería Vasco-Montañesa (Pevasa) se ha hecho a sí misma como una firma que mira hacia la sostenibilidad desde los océanos. Son 60 años de compromiso en torno a esta palabra, destaca con orgullo, y fe de ello da, entre otras credenciales, haber sido certificada por AENOR en Atún de Pesca Responsable. Opera con una flota de seis modernos atuneros congeladores, con esloras que van de los 75 a los 87 metros, y uno de los más grandes es el Playa de Ris, que comparte el verde tan característico de la compañía con sus hermanos Playa de Azkorri, Playa de Aritzatxu, Playa de Anzoras, Playa de Bakio y Playa de Noja. Pero el Playa de Ris, no obstante, es el único de toda la familia que goza de un privilegio especial; algo a mayores del resto. A bordo de la embarcación se ha alojado un “sistema pionero” que quiere aprovechar la inteligencia artificial para revolucionar su gestión.

En el seno del programa Everyfish –que busca promover un conjunto de soluciones tecnológicas e innovadoras para registrar las capturas de las embarcaciones europeas–, el grupo con base en Vizcaya ha instalado un equipo de observación electrónica de última generación dotado de cámaras y un GPS. Conectados a una unidad central que procesa la información, su misión radica en radiografiar el producto que va entrando, con el objetivo de estimar automáticamente el total de cada operación y su composición por especies.

“El cerco es un subsector que por su método de pesca está teniendo dificultades para declarar con exactitud las especies obtenidas dentro del margen exigido por el reglamento comunitario. Es por ello que desde las instituciones nos invitaron a participar en este proyecto piloto y desde Pevasa decidimos que era una buena oportunidad, en aras de una actividad transparente y responsable”, explica en declaraciones a FARO su director de operaciones (COO), Xabier Urrutia. Así las cosas, el fin último es “obtener datos más fiables para la gestión pesquera sostenible”, detalla, a través de la visión por computador.

El Playa de Ris, que en esos momentos se encuentra en dique reparando, en Dubái (EAU), comenzará a grabar sus primeras instantáneas en marzo. A lo largo de este año y el siguiente estará a modo de prueba, contrastando la información captada con las anotaciones realizadas por un observador científico humano, y posteriormente se evaluarán los resultados. El análisis de las imágenes con personal cualificado correrá a cargo de la firma Datafish, y la empresa viguesa Zunibal y el centro científico Azti también colaboran en Everyfish, suministrando la tecnología y dando soporte científico respectivamente.

El desafío de la flota

El programa europeo se desarrollará hasta 2026, tratando también de diseñar estrategias de gobernanza innovadoras que hagan uso de estos datos reportados de manera automática. El propósito es equipar a las flotas pesqueras de los Veintisiete con las nuevas herramientas tecnológicas disponibles, mejorando así la gestión de las pesquerías y el cumplimiento de las normativas, y lo previsible es que, además del atunero congelador de Pevasa, que normalmente faena en aguas del Índico, llegue a más buques. De hecho, ya opera en otro gran pesquero –cuya firma prefiere no darse a conocer– que está en el Pacífico.

“Son muchos los buques que tienen sistemas de observación electrónica a bordo, pero únicamente son estos dos los que forman parte del proyecto Everyfish, que trata de automatizar el proceso de análisis mediante visión artificial”, señala por su parte Jon Ruiz, investigador de Azti: “El desafío para estas embarcaciones al estimar capturas por especies es bien conocido, derivado de las grandes cantidades capturadas en cada operación de pesca, la mezcla de especies, y el rápido proceso de congelación. Por lo tanto, un modelo capaz de estimar la captura por especies será realmente valioso para los gestores, los científicos y la propia industria”.

Los avances tecnológicos han llevado al monitoreo electrónico –un conjunto de cámaras, GPS y sensores instalados en buques pesqueros– a posicionarse como una herramienta capaz de mejorar el seguimiento y control en las pesquerías comunitarias, posicionándose durante los últimos años como una herramienta complementaria o alternativa a los tradicionales observadores pesqueros. Actualmente es necesario que un operario visualice las imágenes obtenidas con estos sistemas de monitoreo, para poder así, identificar y clasificar operaciones de pesca u obtener estimas de capturas por especie.

“Esta tarea compromete una parte importante de los recursos humanos disponibles en los programas de monitoreo, además de ser tediosa e ineficaz –especialmente en aquellas flotas que capturan especies similares en grandes cantidades–. La aplicación de técnicas de visión artificial podría automatizar la identificación de capturas por especie, aumentando el valor añadido de estos sistemas de monitoreo, al permitir obtener datos de captura de una manera objetiva y en tiempo real, a la vez que se reducen costes”, sentencia Ruiz.

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