Iccat acuerda reducir un 23% la cuota de tintorera en el Atlántico Norte para 2024

El límite de capturas pasa de 39.000 a 30.000 toneladas en el caladero, fundamental para el palangre gallego, y preocupa a parte del sector: “Puede que no sea suficiente”

Vista de la XXVIII reunión ordinaria de Iccat, celebrada desde el 13 de noviembre en New Cairo.

Vista de la XXVIII reunión ordinaria de Iccat, celebrada desde el 13 de noviembre en New Cairo. / Iccat

Desde el 13 de noviembre y hasta ayer, incluido el domingo, New Cairo (Egipto) acogió la XXVIII reunión ordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat, por sus siglas en inglés). Se trató de un nuevo encuentro crucial para especies como el tiburón azul, también llamado tintorera, y que ha dejado descensos importantes para 2024 en los caladeros del Atlántico Norte y Sur, donde sus cuotas se reducirán un 23% y un 4% respectivamente.

Este pescado, popularmente conocido en Galicia como quenlla, es un recurso fundamental para buena parte de nuestro palangre, que también se nutre de otras especies como el pez espada. A ojos de representantes del sector como Juan Martín Fragueiro, gerente de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto y Ría de Marín (Opromar), el recorte es “una rebaja superior a la que estaba prevista, sobre todo teniendo en cuenta el buen estado de la pesquería”. Un hecho que, sumado a que algunas embarcaciones se están desplazando del Atlántico Sur al Atlántico Norte, preocupa a ciertos armadores, para los que la cantidad establecida “puede que no sea suficiente”.

En concreto, por lo que respecta al Atlántico Norte, la cuota disponible de tintorera pasará de las 39.102 toneladas permitidas en 2023 a las 30.000 de 2024. De ellas, el grueso se lo llevará la Unión Europea (UE), cerca de 24.500, y de ese cómputo se calcula que el 80% –en torno a unas 20.000– irá a parar a buques de bandera española. Con el montante, que se ha ajustado teniendo en cuenta el pulso entre los Veintisiete –pedían cerca de 32.500 toneladas– y Reino Unido –exigía mucho menos, solo 25.000–, hay un 60% o más probabilidades de situar el stock en el “cuadrante verde” al cabo de 10 años. Dicha probabilidad sería muy baja –únicamente el 3%–, si la flota de este caladero siguiese pescando 39.000 toneladas.

En el caso de la cuota de tintorera disponible en el Atlántico Sur, pasará de las 28.900 toneladas a las 27.711; de ellas 17.405 para el bloque comunitario y 13.900 para el conjunto nacional. En esta pesquería, al contrario que su gemela, en la que dice que la población de tiburón azul “no está sobrepescada ni es objeto de sobrepesca”, Iccat sí admite que “estaba siendo objeto de sobrepesca”. Por este motivo, determina “la necesidad de estabilizar los patrones de explotación” para la misma, “en particular para evitar grandes fluctuaciones en las capturas, en la medida de lo posible”.

Visto bueno de Opnapa

En un comunicado emitido con posterioridad al encuentro, la Organización de Productores Nacional de Palangre de Altura (Opnapa) valoró “positivamente” los acuerdos adoptados en la asamblea, sobre todo la prórroga de un año en la regulación del pez de espada disponible en el Atlántico Norte –seguirán pudiéndose pescar un total de 6.200 toneladas–. Dicha cifra también se alcanzó en la cumbre celebrada en New Cairo, a esperas de que en 2024 se pueda adoptar la MSE (Evaluación de la Estrategia de Gestión) que este año no se aseguraba “con total solidez científica”.

Con relación a la tintorera del Atlántico Norte, la entidad subrayó que “si bien se produce una reducción importante respecto al nivel de cuota disponible en 2023, se trata de un ejercicio de responsabilidad para adaptar los límites de captura a la realidad científica acreditada por el Comité Científico de Iccat”. Para su gerente, Edelmiro Ulloa, también gerente de la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI), “es una cantidad de consenso, que va a favorecer a que el stock siga creciendo” y “en línea con los resultados científicos”.

Protección de especies

Además de abordar otras cuestiones como la protección de especies como las tortugas marinas o las mantas rayas, en la XXVIII reunión ordinaria se insistió en la necesidad de extender el compromiso adoptado por los países europeos en 2013, cuando Bruselas restringió todo tipo de aleteo. La prohibición de dicha práctica, la acción de cercenar las aletas de los tiburones en alta mar, fue descartada de nuevo por las naciones asiáticas.

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