El Gobierno quiere que Vigo acoja un nuevo debate sobre la descarbonización de la flota

“Debate ministerial sobre la descarbonización del sector pesquero”. Este será el único punto sobre la mesa en las dos sesiones de trabajo del Consejo informal de ministros de Pesca de la Unión Europea, que se celebrará el martes en Vigo. Ciudad elegida por el Gobierno de Pedro Sánchez, que ostenta la presidencia de turno del Ejecutivo comunitario, por el peso diferencial de la industria en la ciudad, por la envergadura del puerto de O Berbés –uno de los mayores del mundo en pescado para consumo humano– o el extenso ecosistema científico y empresarial que agrupa en su área de influencia. De modo que la ciudad olívica será el centro del debate, y sobre un aspecto capital para el futuro de la actividad extractiva. Cómo aplicar el proceso de descarbonización en la flota, cómo adaptarlo a distintos segmentos y tipologías de buques, con qué calendario, qué tecnologías y, muy especialmente, con qué fondos. Porque las costuras están muy apretadas y, desde 2014, Bruselas prohibe la concesión de fondos públicos para la renovación de barcos de más de 24 metros de eslora, y tampoco prevé permitir que ganen capacidad aún teniendo en cuenta que los nuevos sistemas de propulsión (como el hidrógeno) ocupan mucho más espacio a bordo que los tradicionales.

La intención del Ejecutivo español pasa por que Vigo acoja el “lanzamiento” de un nuevo debate al respecto, exponen fuentes gubernamentales, sin apartar de vista que la descarbonización es una prioridad, tanto para llegar a 2050 con el objetivo de neutralidad climática cumplido como para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Pero es necesaria una “reflexión”, aprecian, porque han de existir primero “alternativas viables”. La cartera que dirige Luis Planas aboga por modificar el concepto de capacidad pesquera y que el espacio que ocupan los motores, por ejemplo, no compute a efectos de ganar o perder músculo extractivo, expresado ahora indistintamente como toneladas de arqueo bruto (GT o gross tonnage). Demanda también un análisis “profundo” sobre la disponibilidad de fondos europeos, “tendremos que evaluar si son suficientes los que existen ahora”.

La propuesta formal de Bruselas pasa por contar con un sector climáticamente neutro, en consonancia con una de las aspiraciones del Pacto Verde Europeo de alcanzar la neutralidad climática en la UE de aquí a 2050. E insiste en sus dos barreras: que los barcos no pueden ganar capacidad, sin modificar los actuales baremos, y que los de más de 24 metros de eslora no pueden optar a ayudas para su renovación. La cita de Vigo, que arrancará el lunes con encuentros informales, bilaterales y visitas, habrá de ser un punto de partida para calibrar qué bloques defienden las tesis de España y cuáles los del comisario Virginijus Sinkevicius.

La delegación comunitaria visitará el buque escuela Intermares, “único en el mundo”, y también podrá observar los trabajos de subasta en primera y segunda venta de la lonja de Vigo.

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