Capitanía halla “deficiencias muy graves” en el pesquero de Belice amarrado en Vigo

Inspeccionó el buque tras la denuncia de la ITF | El estado del arrastrero es “lamentable”, con problemas “que afectan a la seguridad” del barco

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) lanzó una alarma sobre un pesquero con bandera de Belice amarrado en el puerto de Vigo desde finales de abril. La tripulación del Santa Isabel pidió auxilio por supuestos impagos por parte de la armadora del buque, que presenta un estado ruinoso. La ITF, a través del a inspectora Luz Baz, denunció la situación ante la Capitanía Marítima olívica, que ayer procedió finalmente a investigar la situación del arrastrero, amarrado en Beiramar.

Según pudo saber FARO, Capitanía detectó “deficiencias muy graves” en el pesquero “que afectan a la seguridad” del mismo, por lo que ahora decidirá si impide su salida o si se abre algún expediente sancionar.

El barco llegó a finales del mes pasado a la ciudad desde Montevideo (Uruguay) tras haber estado faenando en aguas internacionales, en la conocida como milla 201, frente a Argentina. Tras descargar en Chapela, el buque amarró en Beiramar, momento en que la ITF intentó hablar con la tripulación a bordo, pero fue expulsada.

Parte de la tripulación, en el exterior del barco.   | // MARTA G. BREA

Parte de la tripulación, en el exterior del barco. | // MARTA G. BREA / Adrián Amoedo

Tras la repercusión del caso, publicado por este medio, el arrastrero de 85 metros de eslora y 50 años de antigüedad recibió la visita de miembros de la Capitanía Marítima, que comenzaron a evaluar el estado del barco y la situación de la tripulación antes de comer y que alargaron la visita hasta pasada la media tarde.

Un barco en ruinas

Durante la inspección se encontraron por dentro lo mismo que se aprecia desde fuera: un barco en ruinas, en un estado que, “sin duda”, puede ser clasificado como “subestándar”, y en el que el óxido ocupa todo el exterior y la cubierta. Ya por la tarde, la tripulación tuvo que hacer un simulacro contraincendios y de abandono del buque en cubierta, para comprobar si la armadora los tiene al día en los procedimientos.

Sobre la armadora real, y tal y como denunció la ITF, sigue existiendo cierta opacidad. Según la Associação Bacalhoeiros de Portugal, el buque seguiría perteneciendo al mismo armador que antes, EPA (Empresa de Pesca de Aveiro), aunque según la Unidad de Pesca de Altura de Belice (BHSFU, por sus siglas en inglés) el nombre que figura es el de la firma portuguesa Atlantikaromas Unipessoal Lda.

La ITF reclamaba que “las autoridades se cercioren de que puede estar listo para hacerse a la mar”. Ahora, Capitanía Marítima deberá tomar una decisión tras la información recabada ayer: si lo detiene o no, impidiéndole de esta forma que pueda salir del puerto, y si abre expediente sancionador a su dueño.

Desde la ITF siguen de cerca el caso y ayer intentaron volver a subir a bordo para hablar con la tripulación, pero volvieron a impedirles el acceso.