“Los pulpos son moluscos cefalópodos marinos, que son animales inteligentes, sensibles y complejos. [...] ¿Incluirá la Comisión, en su próxima revisión de la legislación vigente en materia de bienestar animal, una prohibición de la cría de cefalópodos?”. Es un extracto de una pregunta parlamentaria realizada, el pasado 14 de octubre, por el eurodiputado portugués Francisco Guerreiro (Verdes). Cuestión que, como desveló ayer FARO, cosechó una peculiar respuesta por parte de la comisaria de Salud y Política de Consumidores, Stella Kyriakides. “Actualmente no existen normas de la UE sobre el bienestar de los moluscos cultivados, incluidos los pulpos”, replicó el 3 de diciembre por escrito. “Sin embargo –abundó–, la Comisión está de acuerdo en que la cría de animales carnívoros como los pulpos puede representar un riesgo de ejercer una presión adicional sobre las poblaciones de peces salvajes”. La comisaria chipriota fue más allá, y anticipó que “revisará la legislación actual sobre bienestar animal”. La información adelantada por este diario causó ayer un enorme revuelo en la industria acuícola. “No tiene sentido”, arremete el gerente de la Asociación Empresarial de Acuicultura (Apromar), Javier Ojeda.
La cría de pulpo en cautividad ha sido un reto para los investigadores; los ejemplares nunca habían alcanzado un tamaño apto para la venta comercial. Fue un equipo de investigadores del Instituto Oceanográfico de Vigo (IEO), con sus homólogos de Tenerife, los que lograron el hito. Nueva Pescanova apadrinó el proyecto. “Hay organizaciones que tienen cierta tendencia a rechazar la mayor parte de las formas de acuicultura, sea la especie que sea. Conviene siempre ver estas cuestiones con esa perspectiva”, abunda Ojeda. La intención de la multinacional que preside José María Benavent es de sacar al mercado la primera producción de pulpo de acuicultura en 2023. “No es una empresa cualquiera, cuenta con una experiencia enorme en este mercado, y no pongo en duda que trabajan en las mejores prácticas”.
“El pulpo puede ser una pieza esencial en el futuro de la alimentación”
Para el gerente de Apromar, el hecho de que la del pulpo sea una especie incipiente en el mercado acuícola es lo que genera los recelos de algunos grupos políticos y entidades medioambientales. “Pero negar su producción por ser una especie nueva no tiene mucho sentido. Como asociación productora, lo que es fundamental es producir animales que utilicen un mínimo de recursos naturales y mínima huella de carbono. Además de eso, por supuesto, cuidar su bienestar y seguridad de las personas”. La acuicultura es cada vez más importante para el sostenimiento global del mercado alimentario, dado el agotamiento de los recursos naturales. La propia Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha apostado por ella “sin fisuras”. “El pulpo –remata Ojeda– puede ser una pieza esencial en el futuro de la alimentación. Estamos muy ilusionados con esta nueva especie”.
