Las relaciones pesqueras entre los países ribereños del Atlántico noreste se complican con el paso de los meses, en especial en torno al bacalao, de Svalbard, y la caballa, que se distribuye por toda la fachada. Con el impasse que supuso la celebración de elecciones en Noruega para el primer caso (el nuevo ministro de Pesca y Asuntos Marítimos, Bjørnar Skjæran, acaba de ser nombrado), las miradas empiezan a fijarse ahora en la xarda, sobre todo tras el nuevo recorte de la cuota propuesto por los científicos para el próximo año, del 33%. Sin embargo, la falta de acuerdo entre los países que hasta este año estaban poniéndose de acuerdo (la UE, Feroe, Islandia y Noruega) y aquellos que no quieren formar parte de este pacto (como Rusia) está poniendo en riesgo a esta y otras especies. Un estudio elaborado por el Marine Stewardship Council (MSC) revela que desde 2015 se capturaron 1,5 millones de toneladas de xarda de más respecto a las recomendaciones realizadas por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en inglés).
Más problemas para la pesca de caballa: los científicos aconsejan bajar la cuota un 33%
El informe publicado por MSC recoge que en los últimos seis años las poblaciones de caballa, arenque y bacaladilla, claves para las flotas que faenan en el Atlántico nororiental, están pescándose por encima de lo recomendado. En concreto, cifran el exceso en 4,78 millones de toneladas entre las tres, correspondiendo 2,2 millones a la bacaladilla, 0,98 millones al arenque y los 1,58 restantes a la caballa, especie que se captura tanto en el norte como en el sur europeo, es decir, en aguas ibéricas.
"Corren el riesgo de un futuro colapso", alertan desde MSC sobra la caballa, arenque y bacaladilla
“Debido a la falta de una gestión internacional a largo plazo, estas poblaciones están siendo sobreexplotadas y corren el riesgo de un futuro colapso”, alertan desde MSC, que censuran que la captura combinada de las tres especies ha superado el nivel sostenible en un 34% durante este período “porque algunas de las naciones pesqueras, alrededor del Atlántico nororiental, no han acordado limitar sus cuotas de captura”.
La publicación del estudio ahora no es casualidad. Los estados costeros se reúnen estos días para analizar las cuotas para el próximo año, al mismo tiempo que fue este curso cuando Noruega decidió autoadjudicarse la cuota de caballa aprovechando la incertidumbre que generó el Brexit y desligándose de las relaciones pesqueras con la UE. El país nórdico se autoasignó una cuota de 298.299 toneladas para este año, lo que supuso apropiarse de un 35% del total admisible de capturas (TAC) e incrementar en un 55% sus posibilidades de pesca. A Noruega le siguieron más tarde Islandia y Feroe.
Islandia y Feroe copian a Noruega y se apropian de caballa ante la pasividad de Bruselas
Al igual que MSC ahora, ya en aquel momento la flota alertó de los peligros que suponían estas decisiones para los stocks pesqueros. “Lo de la caballa atenta contra la sostenibilidad del stock y contra esto solo se puede tomar medidas sancionadoras”, reclamaba entonces el director general de la patronal pesquera europea, Europêche, Daniel Voces.
Para 2022, el ICES recomienda 794.920 toneladas de la especie pelágica como máximo, un 7% menos respecto a la recomendación realizada para 2021 y un recorte del 33% respecto al TAC adoptado para este año, que fue de 1.199.103 toneladas sumando las cuotas unilaterales establecidas por los países. Habrá que ver qué postura adopta Noruega, con el nuevo Gobierno, Reino Unido (ya como país independiente), Islandia y Feroe. A Groenlandia y Rusia, ni están ni se las espera.
El Parlamento gallego pide a Bruselas que actúe ante Oslo
El Parlamento de Galicia aprobó ayer por unanimidad la proposición no de ley del Grupo Popular para solicitar al Gobierno que censure ante la Unión Europea el comportamiento de Noruega con la flota bacaladera y que tome medidas ante el recorte unilateral de cuotas de pesca en el área de Svalbard. La portavoz del PP de Pesca, Teresa Egerique, también recordó la autoasignación de Oslo de cuota de caballa.