Las relaciones pesqueras en el Atlántico noreste, lejos de mejorar, empeoran. Noruega, que se adjudicó cuota de caballa de forma unilateral al no llegar a un acuerdo con la Unión Europea y Reino Unido tras el Brexit, ha sido el modelo a seguir para otros dos países que comparten la especie. Islandia e Islas Feroe optaron la semana pasada por autoasignarse también un porcentaje del total admisible de capturas (TAC) de xarda, lo que afecta a todos los países costeros de la UE que la pescan, incluida la flota gallega. Todo ello, según denuncian los armadores, ante la pasividad de la Comisión Europea, a la que han pedido que sea más aplicada y “pase de las palabras a la acción”, en forma de sanciones o aranceles. Todo ello con la negociación sobre los futuros contingentes arancelarios en plena ebullición en el seno comunitario, que incluye la caballa o el bacalao noruego y que desde la patronal europea Europêche piden suspender como medida de presión.
La situación afecta a la flota gallega, que también captura la especie
Noruega se había autoasignado un cupo de 298.299 toneladas de caballa para este año, lo que supone apropiarse de un 35% del total y un 55% más sus posibilidades de captura. Feroe e Islandia decidieron seguir su ejemplo. El primero estableció 167.048 toneladas, lo que equivale a casi el 20% del TAC total (fijado en 852.284) y casi ocho puntos más que lo que tenía hasta ahora (12,6%); el segundo, por su parte, se adjudicó 140.627, lo que equivale al 16,5%, si bien Islandia no figura –porque no quiere– en el acuerdo que negocian cada año Noruega, Feroe y la UE.
Los armadores siguen con preocupación la situación, al igual que en el caso del bacalao (Noruega recortó de forma unilateral la cuota de la UE en Svalbard), y siguen pidiendo a Bruselas una reacción similar a la que tomó en su día con Islandia y Feroe por un problema similar. En aquel momento se prohibieron las importaciones de cargamentos o productos que contuviesen caballa y arenque y la restricción al uso de los puertos comunitarios para barcos de estos países.
Ante la pasividad comunitaria, Europêche y la Asociación Europea de Pesca del Atlántico Norte (Enafa) se han puesto en contacto con comisarios y europarlamentarios a través de una misiva para pedir estas penalizaciones de forma urgente. A su juicio, “la inacción tendrá importantes consecuencias” de cara a las futuras negociaciones con estos y otros países terceros.
Además de las sanciones, la industria ve especialmente urgente el suspender los contingentes arancelarios que afectan a los productos llegados de noruega (con arancel cero), como son la caballa y el arenque en salmuera, lo que sería “importante para proteger a las empresas”, que según ellos abastecen el mercado sin que haga falta este “suministro adicional”.
Los armadores europeos urgen tomar medidas ante estos países
Fuentes de la Comisión Europea prefieren no comentar esta problemática por el momento, ya que “este asunto se está tratando actualmente con los Estados miembros y con los estados costeros”. “No estamos en condiciones de hacer comentarios en este momento”, explican.
Y mientras, la flota gallega sigue a la espera de ver que pasa tanto con el bacalao como con la caballa. En el segundo caso la campaña ya ha culminado y en estos momentos la están disfrutando los barcos de artes menores, que hasta la fecha capturaron un 61,74 % de la cuota (por los 93% y 91% de la flota de arrastre y cerco, respectivamente).
Menos exigencias para barcos de artes menores
La Secretaría General de Pesca suprime las exigencias de consumo mínimo de cuota impuestas a la flota de artes menores en la campaña de caballa en el caladero Cantábrico y noroeste, debido a que tiene dificultades para capturarla porque la especie se comporta “de forma anómala” por su profundidad.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado sábado la resolución que elimina los requisitos impuestos a las flotas de artes menores, en cuanto a utilización de cuota en 2021, para poder ser incluidos en el listado de buques que en 2022 seguirán teniendo derecho a acceder a esa pesquería. “Parece ser que la profundidad a la que se encuentra la especie, hace que sea más difícil llegar a capturarla con líneas de mano y anzuelos, en comparación a su captura por parte del arrastre y del cerco”, reza el texto.
