La primera campaña del año en aguas de Malvinas fue accidentada. Los buques con base en Vigo y Marín salieron en enero, mucho antes de que comenzase el proceso de vacunación en el sector, y pese a las estrictas medidas de seguridad (PCR y cuarentenas en hoteles antes de salir), los casos de COVID fueron difíciles de frenar. Dos barcos vivieron brotes a bordo y sus mareas para la captura de calamar Loligo se vieron afectadas. Los armadores de este y otros segmentos de la flota pelearon para que tanto el Gobierno como la Xunta moviesen ficha para administrar las vacunas que evitase estos problemas, decisión que fue finalmente adoptada por Galicia días antes del regreso de los arrastreros de Malvinas. Con las tripulaciones españolas vacunadas, faltaba por inocular a las decenas de tripulantes extranjeros que forman parte de esta flota. Malvinas ha decidido dar el paso: al menos unos 354 marineros recibieron dosis de AstraZeneca esta semana en la capital del archipiélago, Stanley, lo que fue muy celebrado por parte de los armadores.
Un total de 16 buques trabajan en aguas de las Falkland Islands pescando calamar, cuyo destino final es principalmente Vigo. La industria pesquera supone el principal activo de las islas y el Gobierno intenta cuidarlo. Por eso, cuando recibieron 960 dosis desde Reino Unido decidieron inmunizar a las tripulaciones de los barcos que han estado pescando en aguas de las Malvinas, predominantemente personas de nacionalidad indonesia y peruana. “La pesca es, por supuesto, enormemente importante para nuestra economía”, recordó la legisladora local Leona Roberts.
Desde Stanley prevén que otros 180 marineros sean vacunados este fin de semana, con lo que se utilizarán más de la mitad de las dosis recibidas en el sector pesquero, motivo de satisfacción para el presidente de la Fifca (Asociación de Empresas Pesqueras de las Islas Malvinas), James Bates. “La industria está enormemente agradecida”, explicó.
“¡Un día realmente increíble e importante! Hoy hemos traído a tierra a más de 200 tripulantes de nuestros seis buques de arrastre para que reciban la vacuna COVID-19. Esto significa que ahora toda la tripulación de nuestros buques ha sido vacunada”, celebraron desde la firma Fortuna Ltd Group, que gestiona los barcos Falcon, Venturer o Kestrel, entre otros.
Malvinas ya había decidido aprovechar dosis sobrantes para proceder a la vacunación del personal de una industria imprescindible para las islas. Fue a finales de mayo cuando los marineros recibieron la vacuna contra el COVID. En aquella ocasión fueron al menos tres buques, uno de ellos el Robin M. Lee, con su tripulación gallega.
