La Unión Europea responderá, por fin, a Noruega. Los Estados miembro han tomado una decisión final ante el movimiento del Gobierno nórdico con la autoasignación de cuota de caballa y han acordado eliminar el cupo de 22.500 toneladas de la especie sin arancel que beneficiaría a Oslo. De esta forma, la UE respalda a la flota pesquera –representada especialmente en la patronal Europêche– y desbloquea el otro contingente arancelario clave en el texto: las 75.000 toneladas de calamar Loligo que benefician a la flota con base en Vigo que trabaja en aguas del archipiélago. Según ha podido confirmar FARO, el texto definitivo será aprobado en el Consejo de ministros de Pesca y Agricultura del próximo día 19.
El nuevo reglamento, con una modificación que fue anunciada hace ahora un mes y cuya aprobación parecía inmediata, se complicó con la crisis institucional entre Bruselas y Oslo en materia pesquera. Noruega tomó dos medidas unilaterales de calado en medio de la indecisión que supuso el Brexit: por un lado, recortó la cuota de bacalao comunitaria en aguas de Svalbard, pasando de las 24.645 toneladas legalmente reconocidas a las 17.885 (un 27,5% menos); por otro, decidió autoasignarse una cuota de caballa, aumentar su cupo en un 55%, hasta las 298.299 toneladas, lo que supone más de un tercio del total admisible de capturas (TAC) general acordado a finales del pasado año.
Dada su alta distribución por la cornisa atlántica, la gestión de la especie es negociada anualmente por la UE, Noruega, Islas Feroe y, ahora, también Reino Unido. La decisión del país nórdico rompió la baraja y provocó que otros países hicieran lo propio, como Feroe e Islandia. Por este motivo, países como España pidieron sanciones y ante la ausencia de ellas la inclusión del contingente de caballa fue muy mal visto por muchos Estados miembro.
Ahora el Comité de Representantes Permanentes (Coreper) de la UE, a petición de la presidencia portuguesa, ha debatido y acordado por mayoría retirar esas 22.5000 toneladas del reglamento, lo que supone un respaldo para el sector pesquero y una respuesta, al final, ante los movimientos de Oslo.
Desbloqueado este asunto, el texto será aprobado el día 19, incluyendo las 75.000 toneladas que beneficiarán a la flota malvina y que se encontraba en stand by.
Sin embargo, sobre la mesa sigue habiendo un problema de calado que afecta a la flota gallega. Los buques comunitarios tienen intención de seguir faenando en Svalbard hasta acabar la cuota legítimamente otorgada. Sin embargo, calculan que a mediados del próximo agosto acabarán con la cifra impuesta por Noruega, con lo que esperan que en ese momento empiecen las hostilidades por parte de los guardacostas nórdicos.
A la espera de saber qué medidas de protección desplegará la UE (tal y como pidieron España, Francia, Portugal y Alemania en una carta publicada por este periódico), la Comisión Europea tendrá que responder a una pregunta parlamentaria formulada por el luso João Ferreira. El eurodiputado pregunta al Consejo “qué piensa hacer” cuanto Noruega actúe sobre la flota comunitaria. Toca esperar.
