Bruselas ha cerrado el mandato para que el francés Michel Barnier negocie con Londres el futuro acuerdo pesquero, que deberá cerrarse en poco más de cuatro meses. Según pudo saber FARO, las últimas enmiendas incluidas esta semana en el nuevo texto clarifican y endurecen el mensaje en tres de los cuatro párrafos relacionados con la pesca. Con los cambios, las líneas rojas se refuerzan con la inclusión de unas medidas técnicas y de conservación comunes para las dos partes, además de borrar cualquier duda sobre una posible dependencia de capturas históricas para permitir el acceso a aguas o el fortalecimiento del lenguaje en lo que se refiere a los derechos recíprocos, sobre todo en cuanto a cuotas. Con ello trabajará un Barnier que, además, supedita el futuro acuerdo comercial tras el periodo transitorio al éxito de la negociación pesquera, que debe finalizar con éxito el 1 de julio.
Los contactos ya se han iniciado de forma extraoficial, pero a comienzos de marzo darán inicio las negociaciones formales. Barnier, tras un encuentro esta semana con la Alianza Pesquera Europea (EUFA, por sus siglas en inglés), calificó a la pesca como "un elemento extremadamente importante de acuerdo de libre comercio con Reino Unido" y aseguró una "defensa de los intereses comunitarios" en esta materia. Sus armas serán los "nuevos" párrafos 84, 85, 86 y 87 del mandato acordado por el Consejo europeo que, como anuncia el negociador, demuestran que el sector es primordial en las conversaciones entre ambas partes.
| Más contenido. El primer párrafo relativo a la pesca en el mandato aparece en la página 24. Se trata del número 84, el relativo al futuro marco para la gestión de las poblaciones de peces compartidas, "así como las condiciones de acceso a las aguas y los recursos". En el nuevo redactado, Bruselas añade "medidas técnicas y de conservación" para reforzar el papel de la gestión pesquera común.
| Toda la flota. Con el párrafo 86 Bruselas quiere asegurarse de que no hay riesgo de un acceso en base a históricos y elimina del texto la flota que "pescó tradicionalmente" en Reino Unido, cambiándolo por aquellos barcos que "se han dedicado a actividades pesqueras".
| Refuerzo. Las condiciones recíprocas, tratadas en el párrafo 87, se refuerzan ahora con un lenguaje más duro, incluyendo la palabra "mantener" para referirse a las cuotas pesqueras compartidas (consensuadas entre Bruselas y Londres) y el acceso a aguas por ambas partes.
| Sin cambios. El único párrafo de los cuatro que no cambia es el 85, el que versa sobre la "explotación sostenible y la conservación de los recursos" pesqueros, incidiendo sobre la eliminación de los descartes (práctica que consiste en devolver el pescado al mar).
