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La vieira regresa a Bueu por Navidad

Tres barcos de la flota buenense vuelven a extraer el molusco tras 20 años de inactividad

Dario Campos, Patrón del "Zapateiro"

Han pasado casi 20 años desde que los barcos de Bueu saliesen por última vez a recoger vieiras. En aquel entonces había una flota importante, formada por casi una treintena de embarcaciones, y las subastas en la antigua lonja eran poco menos que un espectáculo. "Venía gente de todos los lados a ver y comprar. Se generaba mucho movimiento y le daba vida al pueblo", recuerda Darío Campos Loira, de 54 años y patrón del "Zapateiro". Este barco, el "Celita" y el "Marcos Dos" serán los únicos que mañana volverán a la vieira.

Después de casi dos décadas son pocas las embarcaciones que mantienen el sistema necesario para trabajar con el rastro de la vieira y poder izarlo a bordo. "Uno de los recursos que trabajamos en los últimos años es la ostra y la forma de extracción es la misma, por lo que no tuvimos que realizar ninguna inversión para preparar los barcos", explican el propio Darío Campos y José Manuel Agulla, patrón del "Celita". Ambos conocen a la perfección el oficio porque lo aprendieron en su juventud, al lado de sus respectivos padres y en una época en la que los barcos podían trabajar indistintamente en las rías de Pontevedra o Vigo.

El patrón del "Zapateiro" se acuerda perfectamente del momento del cierre, que llegó cuando apenas llevaba dos años al frente de su barco. "Un día al volver a puerto nos dijeron que a partir de la jornada siguiente ya no podíamos volver a por la vieira, que la toxina lo impedía. Al principio pensamos que sería durante unos días o unas semanas, pero ya nos decían que iba a ser para siempre. No fue para siempre, pero casi", rememora.

La flota buenense es muy escéptica sobre los resultados de esta campaña, que se prolongará hasta Reyes. "Los bancos están esquilmados, hay algunos que dan pena", dice Darío Campos, que apunta directamente a la acción del furtivismo. La segunda de las causas está directamente relacionada con una inactividad tan prolongada y con la contaminación de las rías. "Los recursos marinos que no se trabajan no producen, sino que se convierten en una auténtica pudrideira", explica José Manuel Agulla. El patrón buenense se afanaba ayer a bordo del "Celita" para volver al mar.

Artes como el rastro de la vieira contribuyen a mantener limpios los fondos marinos y a remover la arena, lo que a su vez ayuda a la fijación de las larvas del pescado y del marisco. "Después de tanto tiempo sin trabajar muchas de esas zonas productivas han casi desaparecido y se han convertido en basureros por culpa de la acumulación de sedimentos de los rellenos y de restos de la actividad de las bateas", afirman los marineros de Bueu.

La vuelta a la extracción de la vieira será casi un regreso "con los ojos cerrados", ilustran. "No sabemos lo que nos vamos a encontrar y cuáles serán las zonas buenas para trabajar", apuntan. Por eso prevén que el primer día tardarán bastante tiempo en conseguir la cuota máxima asignada, que es de 125 kilos por tripulante enrolado a bordo. A ello se une que el comprador -que es la planta de eviscerado de Cambados- ha realizado un pedido muy concreto. "La talla legal de la vieira es de 10 centímetros, pero nos piden ejemplares más grandes, de 11,5 centímetros, y va a ser difícil", apuntan desde la flota. El ámbito autorizado de trabajo es muy pequeño, la denominada como Zona III, desde Aguete hacia el interior de la ría. La esperanza es que esta campaña sea un primer paso para algo más grande.

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